Con el 98% de los votos escrutados, el PNV ha ganado las elecciones vascas celebradas este domingo, las más disputadas de la historia de Euskadi.
Desde el inicio de la campaña se venía percibiendo el auge de Bildu, que, a la postre, ha logrado un resultado histórico: 27 escaños.
Con ellos, empata a los jeltzales de Imanol Pradales, a quien las urnas han otorgado el triunfo por apenas unos miles de sufragios.
De hecho, el PNV pierde casi un 4% respecto a las elecciones vascas de 2020, cuando cosechó el 39,07% de los respaldos ciudadanos. cede cuatro diputados.
En cambio, los abertzales de Pello Otxandiano pasan del 27,86% de hace cuatro años al 32,48% de ahora, ganando en dos de las provincias.
Concretamente, Bildu ha dado el sorpasso en Guipúzcoa, con 11 escaños frente a 9, y en Álava, con 8 frente a 7 del PNV.
En todas las provincias gana dos diputados, mientras que los jeltzales ceden uno en Vizcaya, quedándose con 11, otro en Guipúzcoa y dos en Álava.
Así, en el resultado global de estas elecciones vascas, el PNV cede cuatro escaños, frente a los seis que gana Bildu y los dos que gana el PSE.
Precisamente, son los socialistas de Eneko Andueza quienes tendrán la llave de la gobernabilidad en Euskadi.
Tras lograr el 14,22% de los votos, se sentarán 12 diputados, habiendo conseguido cuatro en cada provincia. Mejora, por tanto sus resultados de 2020, cuando el PSE cosechaba el 13,65% de los votos.
Los populares mejoran en estas elecciones vascas
Por otro lado, el PP también mejora, pasando del 6,77% de hace cuatro años al 9,23%, yendo en coalición con Ciudadanos. Ahora, habrá 7 diputados populares, frente a los 6 de la coalición PP-Cs.
Asimismo, Vox retiene a su representante en el Parlamento vasco, tras ganar apenas 4 décimas.
Sin embargo, la formación que se queda fuera es Elkarrekin Podemos –6 en 2020-, que acusa el golpe de la ruptura con Sumar.
Y es, precisamente, la formación fucsia la que entra, con un escaño y el 3,3% de los sufragios.
Con todo, aún quedan algunos flecos, como en voto CERA. En ese sentido, Bildu y PNV se disputan un escaño en Álava, mientras que Sumar podría quedarse con un del PSE en Vizcaya.
De este modo, el nacionalismo vasco se impone con esos 54 diputados, al tiempo que los de Arnaldo Otegi logran el Parlamento vasco más abertzale de la historia.
En todo caso, se da por descontado que el PNV reeditará gobierno de la mano del PSE.