Comunicó al Tribunal Supremo por escrito que no irá a la citación de hoy.
La ex diputada de la CUP, Anna Gabriel, mediante un escrito al Tribunal Supremo, en una entrevista en un periódico suizo y en una televisión helvética, anunció, ayer, que no comparecerá ante el juez Llarena para declarar como imputada en la causa contra los dirigentes del procés. A lo largo de las entrevistas fue desgranando las razones que la han llevado a tomar esta decisión y convertirse en otra prófuga la Justicia española. “Como no tendré un juicio justo en mi país, he buscado uno en el que pueda proteger mis derechos”. “Estoy siendo procesada por mi actividad política y la prensa del Gobierno ya me ha condenado”, añadiendo que si el juez Llarena solicita su extradición, pedirá asilo político en Suiza.
El periódico alude a las recientes filtraciones sobre la investigación policial, en las que se vierte que “en su informe, la Guardia Civil dibuja el retrato de una activista feroz. La acusa de haber participado en la formación de un consejo de dirección de la rebelión independentista y de haber alentado a la población a la desobediencia”. La ex diputada anticapitalista señala que ella siempre ha hecho campaña por el referéndum, “pero de manera pacífica. La cuestión de Cataluña debe resolverse políticamente, mientras que las autoridades españolas quieren silenciar la independencia mediante la represión”. Gabriel dice no tener garantías de ser sometida a un proceso justo y sus derechos se verían comprometidos sírvase voluntariamente: “Mis abogados y yo creemos que una extradición sería ilegal porque no hay ninguna base para sostener que yo haya cometido ningún delito. Y tenemos toda la base para defender que se trata de una persecución política”, declaraba en la televisión pública, si bien, reconoce que, si Suiza acepta una solicitud de extradición, podría ingresar en una cárcel de aquel país.
Intentará trabajar e instalarse allí
La dirigente de la CUP afirma que no ha pedido asilo político, “si me quedo aquí, voy a intentar retomar la vía académica”, era profesora de derecho en la Universidad de Barcelona, “voy a intentar trabajar e instalarme aquí. Si no puedo porque hay una orden de extradición, pediré asilo político”. Cree que será más útil para su movimiento en Suiza que encarcelada. “Cuando he visto el destino de algunos de mis colegas, que se encuentran en prisión desde diciembre pasado, me he dado cuenta de que debía irme. No solo estoy arriesgando yo, sino que todo el Govern está amenazado”, para luego comparar la situación catalana con la de Turquía, donde hay “una caza de brujas con casi 900 personas bajo investigación, entre ellas maestros, policías, políticos e incluso simples votantes”, además de sentirse víctima de “la violencia de los fascistas”.
La formación anticapitalista había informado que Anna Gabriel había viajado a Ginebra para preparar su estrategia de defensa, justificando esta decisión en dar una “dimensión internacional” a la situación judicial, además de la existencia en Suiza de entidades, instituciones internacionales y abogados vinculados a la defensa de los derechos civiles y políticos. Además de por su abogado en España, Benet Salellas, Gabriel está asesorada por el suizo Olivier Peter, que llevó casos de extradición de colaboradores de ETA. El letrado ha manifestado que su cliente “está siendo procesada por razones políticas, lo que haría ilegal una solicitud de extradición. Confiemos en que las autoridades suizas se nieguen a legitimar el encarcelamiento de parlamentarios por defender el derecho al voto”.