United: mucho dinero, poco fútbol

United: mucho dinero, poco fútbol

A los propietarios no les gusta el fútbol, solo quieren beneficios.
El Manchester United cayó eliminado frente al Sevilla, no sin mérito de los hispalenses, en los octavos de la Champions League. El United, el club más rico del mundo, carece de dirección deportiva. A sus propietarios, los hermanos Glazers, estadounidenses, tampoco parece que les importe mientras los dividendos sigan creciendo, y a Edward Woodward, su director general ejecutivo, parece que le da igual, en sintonía con sus jefes, y ante la desesperación e impotencia del entrenador, José Mourinho. Tal es así que los dueños se repartieron más de 20 millones de euros en dividendos al cierre de su ejercicio fiscal –americano- en junio de 2017. Con beneficios así y no gustándote el fútbol, tampoco parece importar mucho que tu equipo haya sido eliminado en tres de cuatro competiciones.
El fútbol no interesa. Según el presidente de un club español que tiene muchos años de relación con los propietarios, “ellos no van al campo porque no les gusta el fútbol; solo quieren los dividendos”. Así, desde que en 2013 Woodward tomara la dirección ejecutiva del club inglés, el United no ha vuelto a ganar una Liga. Fue séptimo en la temporada 2013-2014, y eliminado en cuartos de final en la Champions, cuarto en la siguiente y no disputó competiciones europeas, quinto en 2015-2016, temporada en la que se hizo con la Copa de la Liga, cayó en la fase de grupos de la Champions y en octavos de la Europa League; en 2016-2017, sexto en Liga y campeón, ahí sí, en la Liga Europa, y en lo que va de esta temporada, ya cayó eliminado en la Copa de la Liga, en la Copa Inglesa y en octavos de la Champions, aunque va en segunda posición en la Premier, pero a 16 puntos del líder, su eterno rival, el Manchester City, y perseguido de cerca por Tottenham y Liverpool.

Grandes dividendos y pocos fichajes
En cambio, los ingresos, y sobre todo el superávit, no paran de subir, gracias a una política de contención de los gastos en fichajes. Mientras que las cifras arrojaban más de 500 millones de ingresos en 2013, empleando solo 77 en incorporaciones, en solo dos años se acercaban a los 700 millones, con tan solo 160 en fichajes, para en 2017, seguir por encima de los 650 millones de euros de ingresos y 240 millones en gastos, gracias, sobre todo, a los contratos televisivos.
La dirección técnica tampoco parece importar mucho en las cuentas de Woodward. A pesar de las advertencias de Bobby Charlton y de Alex Ferguson de que el estilo de juego ni el carácter de Mourinho no encajaban con el espíritu y la tradición del United, el director general firmó con el portugués el contrato mejor pagado, junto al de Guardiola, a un entrenador: 20 millones de euros netos anuales. ¡Será por dinero! Pero el fútbol no importa. Tampoco a Mourinho. Frente al Sevilla en la ida sentó a su mejor posibilidad, Pogba, castigado por el técnico por enfrentarse a él cuando el jugador pidió un aumento de sueldo. Ante eso, la falta de ganas y entusiasmo del franco-guineano, que a media hora del final de la vuelta de los octavos, con el marcador 0-0, saltó al terreno de juego y ni pudo, ni ganas tenía de ser la solución. Ni tampoco resolvió, ni entonces ni en la vuelta el carísimo fichaje de Alexis, por empecinamiento de Mourinho, que disparó una sola vez a puerta, siendo el único baluarte de los reds, Lukaku y su solitario gol que ni siquiera maquillaba la eliminatoria por las dos dianas del sevillista Ben Yedder, que daban el pase definitivo e incontestable al equipo hispalense. Y es que, en Old Trafford, mejor dicho, en su ejecutiva, el fútbol no importa. No hay que olvidar que solo es fútbol. O no.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *