El uso de las lenguas cooficiales en el Pleno del Congreso ya es un hecho, después de que Francina Armengol, nueva presidente de la Cámara Baja, a ello se haya comprometido.
Era una de las condiciones de ERC y Junts a cambio de sus votos para elegirla como tercera autoridad del Estado.
De hecho, en su discurso dio las gracias en catalán, euskera y gallego. Después de la ceremonia de acatamiento, ha insistido en su compromiso de permitir el uso de las lenguas cooficiales incluso ya en la sesión constitutiva.
En ese sentido, Armengol sostuvo que “desde el respeto caben y se pueden defender todas las ideas, aceptar sin reparos la pluralidad de pensamientos e identidades que conviven en nuestro país nos enriquece”.
Tras ello, destacó que la Cámara Baja está “obligada” a “reflejar esa pluralidad” con el fin de “acercarse mucho más a la España real”. Una España “diversa”, “llena de colores y cargada de matices”.
Asimismo, aseguró que, “para avanzar en este camino, quiero manifestar mi compromiso con el castellano, el catalán, el euskera y el gallego, y la riqueza lingüística que suponen”.
Al mismo tiempo, ha animado a sus señorías a “defender la democracia parlamentaria” y a “preservar y respetar la diversidad”. Algo que las urnas “han llevado” hasta el Congreso.
Las lenguas cooficiales son expresión de la diversidad de España
Así, Armengol ha instado a defender los valores democráticos, destacando que la Legislatura ha arrancado con “absoluta normalidad”.
“La normalidad de acatar las normas, que dan la serenidad necesaria a la ciudadanía de que nuestras instituciones democráticas funcionan. La normalidad de asumir los resultados y, con la constitución de esta Cámara, reconocernos entre todos como iguales, representantes de la voluntad popular”, sentenció.
Igualmente, ha instado, citando a Félix Pons, a los diputados a “conseguir la máxima proximidad de las instituciones a los ciudadanos”.
A lograr que la ciudadanía vea la política como “la herramienta más potente para transformar la sociedad” y “mejorar sus vidas”.
De seguido, señaló que se trata de “evitar trasladar tensiones gratuitas y enfrentamientos estériles que solo contribuyen a dividir. Y, en su lugar, contribuir al progreso de nuestra sociedad a partir del debate y del acuerdo. Se trata de sumar. De practicar el diálogo. De hablar, falar, hitz egin, de parlar. Y de hacerlo para avanzar. Porque España siempre avanza cuando se reconoce en su pluralidad y diversidad”.