El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes los datos definitivos del Índice de Precios de Consumo (IPC) de diciembre.
Finalmente, la inflación se moderó una décima respecto a los datos avanzados el pasado 30 de diciembre, situándose en el 5,7% interanual.
En cambio, la inflación subyacente sube una décima en comparación con la estimación inicial del INE, hasta el 7%.
Por tanto, su tasa se sitúa siete décimas por encima de la de noviembre y se convierte en la más alta desde 1992.
Así, la subyacente sobrepasa al IPC general por primera vez desde febrero de 2021, ampliando la diferencia un 1,3%, el mayor nivel desde junio de 2020.
Por tanto, la inflación media de todo el año 2022 se sitúa en el 8,3%, siendo la más elevada en 36 años.
De este modo, el IPC se modera por quinto mes consecutivo desde el pico de julio del 10,8%.
La electricidad y los carburantes moderan el IPC
Detrás de esta caída se encuentra, especialmente, el descenso de los precios de los carburantes y el gasóleo de calefacción.
Asimismo, porque la electricidad subió menos que en diciembre de 2021. Tal es así que el grupo de vivienda bajó más de un 5,5% interanual, hasta situarse en el -4,5%, tanto por el precio de la luz como el del gasóleo de calefacción.
Concretamente, la electricidad cayó un 30,8% el pasado año, dato que incluye las bajadas de impuestos en la factura. Si no consideramos este hecho, la luz bajó un 27,6%.
Dejando al margen las rebajas impositivas –impuesto especial y otros– la inflación se situó en el último mes del año en el 6%.
A su vez, contribuyeron a esa moderación del IPC las bajadas de los precios de los carburantes. De hecho, el grupo de transporte recortó su tasa interanual hasta el 3,3%, casi un 4,5% menos.
Sin embargo, la tasa del grupo de vestido y calzado subió hasta el 1,8% porque los primeros descuentos de la campaña de invierno fueron menores.
Por último, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) bajó más de un 1%, hasta el 5,5% interanual.