Ha sido uno de los oradores en la conferencia internacional contra el aborto de Verona.
A pesar de las protestas y las críticas, Matteo Salvini, ministro del Interior de Italia, ha participado como orador en la conferencia internacional contra el aborto que se celebró ayer en Verona en el marco del Congreso Mundial de las Familias.
Éste, que finaliza hoy, ha congregado activistas contra la interrupción del embarazo, el divorcio y el matrimonio homosexual provenientes de Estados Unidos, Europa y África. Salvini quitó importancia a su asistencia y afirmó que su intención no es ir contra las “conquistas sociales”. “No estamos hablando de realizar el aborto, los derechos de divorcio o la libertad de elección para mujeres y hombres. La intención es la de ayudar a las familias italianas”, señaló.
Frente a ello, movimientos de derechos civiles, feministas y LGTBI se manifestaron en protesta de la celebración de este congreso bajo estrictas medidas de seguridad.
Por su parte, los organizadores del Congreso pidieron al Gobierno de Italia que conceda excepciones fiscales y otros apoyos financieros a las familias numerosas para lograr subir la tasa de natalidad. Los contrarios al aborto repartieron el viernes fetos de plástico. La Liga, el partido de extrema derecha de Salvini, apoyó el evento, mientras que el Movimiento 5 Estrellas, su aliado de Gobierno, lo calificó de “medieval”.