Los obispos españoles se han manifestado respecto a los indultos de los políticos independentistas que este miércoles salieron de sus respectivas prisiones.
Así lo ha hecho Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, quien ha compartido el sentir de los eclesiásticos en España.
“Como los obispos catalanes, estamos por el diálogo, por la aplicación de la ley, estamos porque se respete la justicia, lo que supone el respeto de la división de poderes”, trasladó.
Así daba su respaldo a la nota emitida por la Conferencia Episcopal Tarraconense, que aglutina a las dos provincias episcopales catalanas. En ella celebraba las “medidas de gracia” y la puesta en marcha del diálogo y perdón, pero en el marco de la legalidad.
Al margen de consideraciones sobre la conveniencia o no de que la Iglesia se manifieste sobre asuntos políticos, la Comisión Permanente abordó este asunto.
Este órgano colegial se reunió el martes y el miércoles, con la participación de una treintena de eclesiásticos representando a las 70 diócesis de España.
El asunto se trató durante hora y media, con un debate acerca de la cuestión catalana. Varias “sensibilidades” se pusieron sobre la mesa, como así expuso en rueda de prensa el portavoz de los obispos.
Mostró su satisfacción por el “ejercicio de diálogo y comunión” en el seno del encuentro. Admitió que entre los obispos “de distintos lugares de España” hay “diversas sensibilidades y diversas opiniones sobre cómo podría organizarse la vida política y social”.
No obstante, la Iglesia ha preferido mostrar una única opinión pública, algo que respaldan sus correligionarios catalanes. Entre ellos se encuentra Juan José Omella, presidente del Episcopado y arzobispo de Barcelona.
“Amistad civil” piden los obispos españoles
“Estamos porque no haya actitudes inamovibles y estamos porque se genere un clima de amistad civil y de fraternidad que haga posible abordar un asunto cada vez más enquistado”, señalan.
Una cuestión que “ha ido creciendo y se ha hecho un problema en el interior mismo de la sociedad catalana y en el conjunto de España para poder abordarlo”.
El único prelado que se ha mostrado contrario a los indultos, y los ha condenado, ha sido Jesús Sanz, arzobispo de Oviedo. Los considera un acto buenista.
No es baladí la opinión de Sanz porque suena como uno de los candidatos alternativos a suceder a Omella en la Presidencia del Episcopado.
Con todo, Argüello sostuvo que el asunto “no se puede resolver solo desde el sentimiento ni para la identidad nacional ni para la identidad antropológica. No se puede elevar el sentimiento a categoría jurídica”. Abogó por “el respeto a la ley”.
Respeto al marco constitucional
Asimismo, insistió en la necesidad de abrir un tiempo de diálogo y reencuentro desde la humildad, la caridad y la generosidad. Eso sí, en el marco de la Constitución, dejó claro.
Incluso, aunque se planteara una “organización distinta” del Estado, debe ser “respetando las pautas que la propia Constitución compartida por todos nos ofrece”.
“No consideramos que la Constitución sea un dogma como las tablas de la ley. Pero sí es un campo de juego para plantear iniciativas, pero dentro de las posibilidades que ofrece”, reflexionó.
Así, envió mensaje tanto a los políticos indultados como al Gobierno. A los primero les pidió implícitamente apostar por “una solución satisfactoria que se aleje de situaciones inamovibles”.
Al Ejecutivo, una referencia a Miquel Iceta, que apeló a la fraternidad. “Fraternidad supone filiación y paternidad, poner en diálogo lo que el Papa Francisco le dijo al presidente Sánchez en su viaje a Roma sobre la construcción de la patria”, concluyó.