Primera promesa electoral del PP en un momento de máxima sensibilidad ciudadana por la decisión del Tribunal Supremo.
Pablo Casado, presidente del Partido Popular, ha anunciado una “revolución fiscal” en la que estaría incluida la eliminación del llamado impuesto de las hipotecas, que se produciría si él llega a presidente del Gobierno.
Lo ha anunciado en un momento crucial, justo después de que el Tribunal Supremo se dividiera (15 votos contra 13) a la hora de decidir quién ha de pagar el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados y, finalmente, decidiera que es el cliente el que ha de asumir el coste, provocando indefensión en la ciudadanía.
Con esta decisión se da un paso atrás, favoreciendo a las entidades bancarias, corrigiendo de este modo a la Sección del alto tribunal que innovó la doctrina para favorecer a los ciudadanos y evitar así que costeasen gastos que no les correspondían.
El presidente de los populares aprovecha la circunstancia de confusión en la ciudadanía para anunciar que si él llega al Gobierno suprimirá este impuesto. Además, indica que el proyecto de su partido está basado en “defender la libertad individual, la seguridad jurídica y la propiedad de los españoles”.
“Por eso haremos una revolución fiscal al llegar al Gobierno para reducir los impuestos de la renta, sociedades y suprimir los de patrimonio, donaciones, sucesiones y Actos Jurídicos Documentados”, ha indicado Casado a través de las redes sociales.
Tras conocerse el fallo del Supremo, Teodoro García Egea, secretario general del PP, ya consideró que “el consumidor no tiene por qué ser el que pague” en referencia al impuesto. Incluso, adelantó que la formación conservadora propondrá cambios en el proyecto de ley de crédito inmobiliario, que actualmente se tramita en el Congreso, en el reparto de los gastos que se derivan de las hipotecas.
Por otra parte, José Antonio Bermúdez de Castro, secretario general del Grupo Popular en el Congreso, consideró que es “difícil de entender” que el Supremo haya dictaminado “una cosa y su contraria”.
Ante todo, mostró el respeto de los populares con la sentencia del Supremo. “Nos gusten más, nos gusten menos, o no nos gusten, pero acatamos las decisiones judiciales porque estamos en un Estado de Derecho y es nuestra obligación”, ha dicho poniendo punto final en su declaración.