En plena revisión del calendario electoral en Cataluña, Esquerra Republicana necesita hacer visibles los resultados de su política de diálogo con el PSOE y Podemos. De ahí que Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat, haya sido especialmente exigente al presionar al Gobierno de Pedro Sánchez.
Su principal exigencia es “reactivar cuanto antes la mesa de diálogo, sin excusas, antes de un mes”. La decisión del Tribunal Supremo de abrir el proceso de revisión de la inhabilitación de Quim Torra puede acelerar la convocatoria electoral.
El también coordinador de Esquerra Republicana no puso una fecha concreta. Sánchez había asumido, el domingo, después de la conferencia de presidentes autonómicos, la necesidad de retomar el diálogo. Aunque sin fecha, sí puso un límite: “antes del 15 de julio”.
Aragonès sostuvo que “el conflicto sigue ahí y la solución es dialogar, acordar y que la gente de Cataluña pueda votar sobre su relación con el Estado”. “Un proceso en el que los independentistas haremos campaña por la independencia de Cataluña”, añadió.
Planteaba sus argumentos en un foro organizado por Europa Press. En ese sentido, como hizo días antes Meritxell Budó, portavoz de la Generalitat, defendió la necesidad de la independencia de Cataluña.
Así, igual que Budó, mantuvo que la epidemia es una muestra de que “la manera de conseguir lo mejor para Cataluña es a través de la independencia y teniendo las herramientas de un estado”.
Más allá, ha lanzado la advertencia al PSOE acerca de sus pactos con Ciudadanos. A ese respecto, son incompatibles con el apoyo de ERC. En su opinión, la estrategia de geometría variable es “insostenible” para los socialistas, pero “sobre todo para Podemos”.
La contradicción no es de Esquerra es de Podemos
En ese punto, desafió a la formación morada a que explique que “la salida de la crisis económica vendrá de la mano de quienes tienen las teorías neoliberales que nos han traído hasta aquí”.
Esquerra ha sido muy presionada dentro del propio Govern por apoyar al Ejecutivo central durante la crisis del coronavirus. En cambio, el vicepresidente catalán desvió la atención diciendo que no es un problema de ERC, sino que “la contradicción la tendrán en Podemos”.
Ha sido entonces cuando Aragonès ha advertido que “ERC no tiene vocación de muleta de nadie”. “Facilitamos la investidura para permitir un gobierno que por primera vez se abriera a negociar el futuro de Cataluña”, dejó claro. Y eso es lo que ahora exige en un mes o…