La propuesta del PP de concurrir a unas próximas elecciones generales bajo la marca España Suma ha vuelto a tener respuesta en contra por parte de Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, que se resume en una frase: “España suma, pero la corrupción resta”. Entre otros argumentos, el de que “mucha gente” no vota a “un partido que tiene cuarenta y tantos casos sin resolver” en los tribunales.
“Hay que sumar, pero con inteligencia”, ha dicho Rivera en una entrevista en Onda Cero, insistiendo en que la fórmula es la que han hecho después de las elecciones y no antes, alcanzando pactos de gobierno en comunidades como Andalucía o Madrid.
A su entender, muchos votantes respaldan ese tipo de pactos, pero lo que hacen es votar a la formación naranja por los casos de corrupción del PP y porque es un partido “liberal, no conservador”.
A eso añadió que, si ambas formaciones concurrieran juntas en unas elecciones, se cumpliría el “sueño” de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, de “volver a las dos Españas, la de la izquierda frente a la de la derecha” y mostrarse como “la única alternativa”.
Por otro lado, señaló, “el plan Sánchez es malo para España. Y como no hay una alternativa limpia, centrada, liberal y constitucionalista de aquí a dos o cuatro años, se va a pasar, no cuatro años, sino una década gobernando”. De ahí que el líder de Ciudadanos se reafirme en su decisión de no facilitar la investidura del candidato socialista.
Además, Rivera cree que su promesa hecha antes de las elecciones de no pactar con Sánchez fue bueno porque, argumenta, “pasamos de 32 a 57 escaños diciendo la verdad”. Hizo hincapié en que él sólo está comprometido con “los votantes del partido” y con “los ciudadanos”.
En ese sentido, criticó los pactos con los nacionalistas que han permitido un gobierno del PSOE en Navarra. “No voy a sumar nunca con un partido que legitima a los separatistas”, señaló.
En opinión del líder naranja, el PP “con casos de corrupción” y Vox, “con posiciones más extremas”, no pueden presentarse como “una alternativa centrada y liberal” al Gobierno del presidente en funciones. Por tanto, ese rol solo puede ser jugado por Ciudadanos.
Un argumento más para negarse a apoyar la investidura de Sánchez, al entender que ningún acuerdo lo convertirá en un “estadista y un hombre de palabra que combata al nacionalismo”. “No lo va a hacer”, de modo que, “es mejor que haya una oposición” que “sea una alternativa creíble para sustituir” al Ejecutivo y lo “vigile”.