El derrumbe en una mina de jade ha sido el desencadenante de la tragedia.
Bajo la pila de escombros que el pasado lunes se vino abajo, estarían atrapados unos 54 trabajadores de dos empresas mineras que trabajan en la zona, tal como ha asegurado Tin Soe, diputado representante de la zona de Hpakant. Ya han sido rescatados tres cadáveres en una situación “muy difícil”.
“No sobrevivirán. Es imposible porque están enterrados bajo lodo”, ha apuntado el diputado Soe, a través de unas declaraciones para la agencia de noticias Reuters. Aye Thein, responsable de los bomberos, ha trasladado que la búsqueda de cadáveres había continuado el martes, cuando la luz solar lo permitiera.
En las minas de Hpakant, este tipo de accidentes suelen ser frecuentes, ya que no existe apenas regulación. Según la ONG Global Witness, la producción de jade ascendió a un valor de 31.000 millones de dólares en 2014, y los expertos consideran que la mayoría del mineral acaba en China.