La cifra de fallecidos alcanza ya las 325 personas.
La agencia de noticias Amaq ha traslado la reivindicación por parte de Estado Islámico del atentado que, el pasado Domingo de Resurrección, se cobró la vida de más de 300 personas en Sri Lanka. El ataque fue dirigido hacia algunas Iglesias y hoteles de lujo de Sri Lanka.
“Los ejecutores del ataque en Sri Lanka contra ciudadanos cristianos de los países la coalición hace dos días son combatientes de Estado Islámico”, se dice en el mensaje difundido por la agencia que mantiene lazos con el grupo terrorista a través de su líder Abú Bakr al Baghdadi.
En un principio, el Gobierno ceilandés atribuyó el ataque al grupo terrorista islamista local Nacional Thowheed Jamath y que había sido perpetrado con el apoyo de una “red internacional”. Horas más tarde llegaba el anuncio de la autoría por parte de Estado Islámico.
El último balance del Gobierno informa que la cifra de fallecidos asciende a 321 y la de heridos a más de 500, como consecuencia de los ataques de varios terroristas suicidas, y cuyo objetivo eran las iglesias y los hoteles de lujo.
Ruwan Wijewardene, secretario de Estado de Defensa y ministro portavoz del Ejecutivo de Sri Lanka, ha asegurado este martes que consideran los atentados como una “represalia” de un grupo islamista, refiriéndose a los ataques que el 15 de marzo se perpetraron contra dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda) y que acabaron con la vida de 50 personas.
“Creemos que fueron llevados a cabo por un grupo islamista extremista como represalia por la masacre en mezquitas de Nueva Zelanda”, ha apuntado Wijewardene, en una comparecencia en el Parlamento del país.
“Este grupo es conocido por tener contactos con una organización llamada Nacional Thowheed Jamath. Deberíamos dar pasos de inmediato para prohibir dicha organización, que tiene vínculos con elementos extremistas”, ha afirmado el portavoz del Ejecutivo.
Además ha pedido al Gobierno que catalogue a Nacional Thoweed Jamath como órgano terrorista, asegurando también que ni él, ni Ranil Wickremesinghe, primer ministro del país, han sido convocados, desde octubre de 2018, a las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional.
El jefe del Ejecutivo ceilandés, en la sesión extraordinaria celebrada en el Parlamento, ha insistido en que los musulmanes han de estar unidos a la hora de condenar los atentados del Domingo de Resurrección. “Todos los que están en contra de este atentado deben estar unidos”, ha trasladado.
Del mismo modo, ha pedido apoyo internacional para la lucha contra el terrorismo, aclarando que el país no puede acabar en un nuevo conflicto. “Debemos aprovechar el apoyo internacional que hemos recibido para eliminar el terrorismo en el país”, ha indicado. “No dejaremos que el país se meta en otros 30 años de conflicto”, ha subrayado.