Nos tienes hartos a los españoles con tu trasnochada y soez soberbia. Juegas con la democracia al precio que sea y, lo peor, es que dices actuar en nombre de los desfavorecidos, con quien ya ni te cruzas si quiera desde tu suntuoso y alejado chalet. Si, realmente, hablaras con el pueblo llano, dimitirías ipso facto porque eres un irresponsable y un arrogante que tan sólo quieres salvar tu cabeza a cambio de un sillón blindado. No obstante, presiento que te queda poco porque has traicionado todos los principios imaginables y el ocaso se cierne sobre ti expectante. Pagarás por tantas intrigas y traiciones. Te van a errejonear en breve aunque tú no tendrás la muerte digna de los toros bravos.
Por tu extendida insolencia has condenado a la Villa de Madrid a un periodo incierto y contaminante. Tu falta de proyecto es evidente y has preferido que el señor Ortega Smith campe a sus anchas en los plenos y pueda aplicar su radical programa que incita al odio. Mientras algunos denunciamos, incluso en los juzgados, manifestaciones que van contra el más mínimo sentido común, tu descortesía nos lleva a los Madrileños a soportar esta catástrofe. Esta ciudad, no obstante, seguirá siendo castiza y alegre y cantará sus chotis en San Isidro, la Almudena y la Paloma aunque tú en vez de ser la emperatriz de Lavapiés serás el marquesito de Galapagar.
A ti no te importa un gobierno de izquierdas que mejore la calidad de vida de los trabajadores. Solo te preocupa tu pellejo. Pactarías con el diablo a cambio de una vicepresidencia o alguna otra migaja que te permita seguir en el candelero. No tienes ni un ápice de vergüenza. No mereces pasar a la historia ni que se hable de ti en la posteridad, por eso no te sentarás en ningún caso en el Consejo de Ministros. Este órgano merece más respeto y te recuerdo que para formar parte de tan laureada institución hay que ser leal y discreto, dos virtudes de las que careces.
Habrá que recordarte siempre la hemeroteca porque no tienes palabra. Ya sumiste a España a un proceso electoral ruinoso en 2016, donde los únicos beneficiados fueron los partidos de derecha. Ahora quieres repetir el desaguisado. ¿Por qué no hablas de renta mínima universal, de blindaje de las pensiones, de subida del salario mínimo interprofesional, de derogación de la reforma laboral, redistribución impositiva, impuestos a la banca y a las grandes fortunas, ampliación de derechos fundamentales, vivienda digna, revisión del precio de la luz, regulación de los precios de los alquileres en grandes urbes y un larguísimo etcétera? Te diré el motivo: tu mera y mezquina supervivencia. Los acuerdos que cambian la sociedad son los programáticos, los de fondo. Y mucho me temo que si pilotas tú el timón de este barco será un estrepitoso fracaso.
La consulta interna que has implementado es un insulto a la inteligencia, tal como dijo la líder de Podemos en Andalucía. Tu intención es dinamitar el dialogo y traicionar, una vez más, los sueños y deseos de cambio de gran parte de la población. No es nada personal. Te deseo el ostracismo político. Hazle un favor a España y retírate de la vida pública. Mi hartazgo es mayúsculo y mi pesadumbre por tu actitud es infinita.