Miles de migrantes centroamericanos avanzan hacia la frontera con México.
“Lamentablemente, parece que la Policía y el Ejército de México son incapaces de impedir que la caravana se dirijan a la frontera sur de Estados Unidos. Delincuentes y desconocidos de Oriente Próximo están infiltrados”.
Así se ha manifestado Donald Trump, presidente estadounidense, en su cuenta de Twitter en relación a los miles de migrantes centroamericanos, en su mayoría de Honduras, que se dirigen hacia la frontera con México, lo que ha calificado como una “emergencia nacional”.
En consecuencia, informó, ha “alertado” a la Guardia Fronteriza y al Ejército para evitar la entrada de los hondureños. También ha hecho un llamamiento para cambiar las “patéticas leyes” migratorias del país y ha responsabilizado al Partido Demócrata por impedir un cambio legislativo en el Congreso.
Igualmente, han criticado a Guatemala, Honduras y El Salvador porque “no han hecho su trabajo para impedir que la gente salga de su país y llegue ilegalmente a Estados Unidos”, en su opinión. Así, advirtió de que “recortará” o “reducirá de forma sustancial” la “ayuda masiva” estadounidense.
Hasta el día 20 se habían registrado 7.233 personas para acceder a la atención a migrantes del Gobierno mexicano, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR. Los inmigrantes entraron en territorio de México por el puente de la frontera con Guatemala. Este puente, llamado Rodolfo Robles, cruza el río Suchiate vía fluvial por la que podrían haber pasado otras entre 2.000 y 3.000 personas, estima el organismo de Naciones Unidas.