Era de esperar la inmediata reacción de Quim Torra, presidente de la Generalitat, a la sentencia del Tribunal Supremo contra los doce líderes independentistas del procés. Entre otras medidas, anunció que solicitará una comparecencia en el Parlament para exponer su visión de la resolución adoptada por unanimidad por el alto tribunal.
Así, compareció en el Palau de la Generalitat con el fin de valorarla de urgencia en un discurso calmado en catalán, castellano e inglés. Dijo que enviará cartas al rey Don Felipe y a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, pidiendo reuniones urgentes para abordar el contenido de las sentencias.
Se presentó acompañado de todo su Ejecutivo y calificó a los doce condenados como “personas honorables”. Igualmente, ha pedido la “amnistía” para todos. Además, Torra dijo que “entendemos que la acusación que se ha hecho es extensiva a millones de catalanes” y que la sentencia es un “insulto a la democracia”.
Concluyó comprometiéndose a trabajar con “determinación, serenidad, firmeza y civismo”, pero antes destacó que “El Gobierno y yo rechazamos estas sentencias, por injustas y antidemocráticas, y por formar parte de un juicio político y de una causa general contra el derecho a la autodeterminación de Cataluña y el independentismo”.