En una declaración institucional, en español y en inglés, desde el Palacio de La Moncloa, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, ha manifestado el “respeto y acatamiento” del Ejecutivo a la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas del procés.
Un “acatamiento” que “significa su cumplimiento”, “su íntegro cumplimiento”, remarcó. “Nadie está por encima de la ley y todos estamos obligados a su cumplimiento”, hizo hincapié.
Sánchez ha querido poner en valor las “completas garantías y la absoluta transparencia” con que se ha desarrollado el juicio y destacó que en una democracia como la que hay en España “nadie es juzgado por sus ideas”, pero sí por delitos recogidos en el ordenamiento jurídico.
En su opinión, los doce condenados vulneraron tres principios consagrados por la Constitución: la igualdad de los ciudadanos al cumplir con la ley; el autogobierno de las Comunidades Autónomas que tienen un nivel “de los más elevados del mundo”; y la inviolabilidad de la integridad territorial.
Manifestó que la sentencia del Supremo confirma el “naufragio” del independentismo, “fracasado en su intento de obtener un respaldo interno y lograr reconocimiento internacional”. Un proyecto que “deja tras de sí sólo un triste saldo de dolor y de enfrentamiento, de fractura de la convivencia en Cataluña”.
El presidente instó a los independentistas a abrir “una nueva etapa”, a dejar “de lado los extremismos” para volver “a la concordia”. “Una etapa en la que la Cataluña moderna, plural, tolerante, acceda a la posición destacada que le corresponde por derecho y por historia dentro de España, contribuyendo todos juntos al fortalecimiento de esa patria común del siglo XXI”, explicó.
Asimismo, hizo un llamamiento a la Generalitat y al Parlament a que asuman que su responsabilidad es “representar a todos y cada uno de los catalanes”, no solo a la “minoría afín”.
“Si así lo hacen, encontrarán al Gobierno dispuesto a contribuir al diálogo dentro de la legalidad constitucional”, señaló. “La regla solo puedes er la ley”, zanjó.
Con todo, Sánchez advirtió que su Gobierno permanecerá “atento” para garantizar “la seguridad, la convivencia y el respeto a la legalidad democrática”. También, que el Estado responderá “con firmeza, con proporcionalidad y desde la unidad” si el independentismo plantea un nuevo desafío.
Así, avisó, se aplicará la legalidad “sin excluir ninguna posibilidad”, pero con “prudencia y serenidad” y con la “cooperación leal” de los partidos comprometidos con la Constitución.