Las negociaciones se dan por rotas y, salvo milagro, no habrá gobierno de coalición después de que PSOE y Podemos no hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo. Era su única obligación en este estadío. Es posible que ni haya Gobierno después de la nueva votación de investidura de hoy.
En la mañana de ayer, Carmen Calvo, la vicepresidente del Ejecutivo en funciones, hacía la que, a la postre, iba a ser la última oferta a la formación morada, que finalmente la rechazó. Incluía una vicepresidencia de Asuntos Sociales –para Irene Montero- que conlleva la presidencia de la comisión delegada para coordinar todas las políticas sociales del Gobierno, los contenidos de todas las áreas de Bienestar Social y Dependencia (incluida la Secretaría de Estado de Servicios Sociales y también el Comisionado para la Pobreza Infantil, con rango de Subsecretariado), y tres ministerios, a saber, Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo e Igualdad.
La disputa mayor giraba alrededor del Ministerio de Trabajo, según señalan fuentes socialistas. La cuestión reside en que el grupo confederal suscita recelos en ciertos sectores económicos. Los empresarios se mostraban especialmente inquietos con que un departamento que entra en juego de forma tan determinante en las negociaciones entre patronal y sindicatos pudiera estar controlado por UP.
De él parten iniciativas de reformas laborales en la legislación que luego debe aprobar el Congreso y también juega un papel muy importante en la política laboral y de pensiones. “Nos han llegado a decir que no podemos tener la cartera de Trabajo porque somos incómodos para la CEOE”, lamentan en la formación morada.
“Unidas Podemos no quiere entrar en el Gobierno a cualquier precio, queremos competencias para desarrollar políticas sociales en Igualdad, Trabajo, Hacienda y Transición Ecológica: subir el SMI, aprobar un impuesto a la banca, bajar la factura de la luz o extender la educación 0-3 y los permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles”, respondían desde al grupo confederal.
El PSOE contraponía que la última oferta es “muy buena”. A partir de esas tres carteras, siempre según fuentes socialistas, Unidas Podemos podría desarrollar políticas que incluyen áreas como Dependencia desde la vicepresidencia de Derechos Sociales. También, desarrollar el cooperativismo desde el Ministerio de Economía Social. Además, el PSOE cedería Igualdad, pero en la formación de Pablo Iglesias dicen que la cartera no incluiría todas las competencias que ellos reclaman en esa materia.
Desde el grupo confederal reconocen que han recibido distintas ofertas, pero que nunca han sido todos los ministerios propuestos juntos. “El PSOE ofrece la caja de herramientas, pero vacía. Es cierto que nos han hecho en estos dos días diferentes propuestas de ministerios inexistentes o vacíos, pero nunca todos juntos, sino siempre por separado. El documento que han enviado tiene truco: puede parecer que los han ofrecido de manera acumulativa y no ha sido así, nunca estaría Podemos en más de uno o dos de los que aparecen en ese listado y siempre para evitar acceder a compartir los ministerios que nos permitirían desarrollar políticas sociales”.
El Gobierno ha ofrecido a Unidas Podemos varios ministerios, señalan desde el Ejecutivo, a lo largo de las negociaciones: Ciencia y Universidades; Agricultura, Pesca y Alimentación con el Alto Comisionado para el Reto Demográfico incluido; Turismo y Deporte o Cultura. También se les ofrecieron las competencias de Cooperación Internacional y Agenda 2030 o Asuntos Migratorios.
En la última oferta se incluía Vivienda, un departamento con especial relevancia para el PSOE porque incluye las políticas relacionadas con esa materia que actualmente están repartidas en otras áreas. Tampoco era suficiente para UP: “El PSOE dice que ofrece Vivienda, pero sin capacidad para regular el precio de los alquileres o para que no haya desahucios sin alternativa habitacional”.
A última hora de la tarde, el PSOE filtró un documento en el que quedaban reflejadas, según fuentes socialistas, las demandas de Unidas Podemos: una “vicepresidencia de Derechos Sociales y Medioambientales, que coordina los ministerios dentro de las áreas de su competencia” y cinco ministerios que dependerían de ésta: Derechos Sociales, Igualdad y Economía de los Cuidados; Trabajo, Seguridad Social y Lucha contra la Precariedad; Transición Energética, Medioambiente y Derechos de los Animales; Justicia Fiscal y Lucha contra el Fraude y Ciencia, Innovación, Universidades y Economía Digital. Además, un largo listado de competencias que deberían incluir esos departamentos.
La formación morada ha respondido queriendo matizar el contenido del texto divulgado: “En ese documento, que era una propuesta para debatir y negociar, hay un listado de competencias sociales que Unidas Podemos quería que formaran parte de su acción dentro del Gobierno. Se resumen en una vicepresidencia y tres ministerios de los actuales y dos de nueva creación. Era una propuesta inicial que enviamos el pasado sábado para poder debatir”, indicaban. Para ellos, era la base para empezar a negociar. Desde el PSOE aseveran que el grupo confederal no se ha movido de esas demandas.
Ni siquiera la conversación telefónica entre Pedro Sánchez e Iglesias ha conseguido desbloquear la negociación. En la llamada, el presidente en funciones confirmaba al líder morado que no está “dispuesto a ofrecer competencias ni en Trabajo, ni en Hacienda, ni en Transición Ecológica”. Era su última palabra, según Podemos. Fuentes socialistas lo confirman y añaden que “Sánchez ha vuelto a reiterar la necesidad de desbloquear para que España pueda seguir avanzando”.
Tras el fracaso, también se han suscitado tensiones internas en Unidas Podemos. Izquierda Unida, con gran peso en la coalición, reúne hoy a su cúpula para estudiar y decidir el sentido de su voto, que podría ser distinto del de Podemos. Cuenta con seis de los 42 diputados morados, por lo que su voto no será determinante, pero sí dejará un mensaje político importante.
Para el grupo de Alberto Garzón nunca fue decisivo entrar en un gobierno de coalición, sino que su preferencia era centrarse en el programa. Que Iglesias diera un paso a un lado fue considerado por IU como una decisión correcta y oportuna porque lo principal era llegar a un acuerdo y eludir una convocatoria de elecciones. La ruptura puede que haga que los de Garzón opten por una vía distinta que la del líder de la coalición y podrá sentar las bases de una futura relación.
Así las cosas, hoy se desvelará el desenlace de estos desencuentros.