Las elecciones el 10 de noviembre serán un hecho si nada ni nadie lo remedia después de que, en la tarde de ayer, hayan quedado rotas las negociaciones entre PSOE y Podemos. La posición “inflexible”, según Carmen Calvo, la vicepresidente del Ejecutivo en funciones, de la formación morada de no aceptar apoyar desde fuera a un gobierno monocolor socialista llevará a una nueva convocatoria electoral.
“No hay una vía para alcanzar un acuerdo. Unidas Podemos se ha negado en todo momento a alcanzar un acuerdo programático y de gobernanza. Hoy por hoy, no vemos una salida precisamente por esa negación a lo que nosotros les proponíamos”, señaló Adriana Lastra, portavoz parlamentaria socialista.
“La conclusión es que el PSOE no se mueve y plantea que si no aceptamos su marco de negociación, de un Gobierno de partido único, entienden que no debe volver a haber reuniones de los equipos negociadores”, declaraba Pablo Echenique, jefe del equipo negociador de Unidas Podemos, al término de la reunión de este miércoles.
“Nos dejaron muy claro que nunca habría una investidura gratis y les hemos dicho que no la queremos, que queremos un acuerdo programático, porque conllevaría la estabilidad del país. Ninguna de esas opciones que se plantean como hipótesis se va a dar. No se ha ido en la reunión más allá”, explicaba Lastra.
Así las cosas, tampoco habrá conversación alguna entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, toda vez que el núcleo duro de la formación morada ya había anticipado que ese encuentro no se produciría si no se alcanzaba previamente un acuerdo.
Poco antes de la reunión de los equipos negociadores, Calvo e Iglesias tampoco ayudaban, con sus declaraciones, a relajar el ambiente. La vicepresidente reiteraba en Telecinco la negativa a un gobierno de coalición. El líder morado, en el programa de Carne Cruda, insistía en que no aceptaría “chantajes” después de haber “cedido”.