A los 80 años de edad, falleció, el domingo, Paco Frutos, en Madrid, a causa de un cáncer. Fue secretario general del PSUC y del PCE, además de coordinador general de Izquierda Unida.
Nacido en Calella, en 1939, Paco Frutos comenzó muy joven la militancia política. En 1963 se afilió al PSUC, colaborando en la creación de Comisiones Obreras. Lo hizo desde su trabajo en la empresa SAFA, en Blanes, donde fue despedido.
De fuertes convicciones, pasó por la política demostrando que no todos los que se dedican a ella ocupan los cargos para su propio beneficio. Ni una sola mancha hay en su historial como dirigente del PSUC, del PCE y luego de Izquierda Unida.
Fue de los primeros en defender y apostar por la unidad de la izquierda en España. Sustituyó a Julio Anguita en la secretaría de IU y fue cuando firmó un pacto con Joaquín Almunia, secretario general del PSOE en 2000.
Sin embargo, los resultados en las urnas no acompañaron sus tesis. Al poco, abandonó su escaño y en 2009 Gaspar Llamazares lo sustituyó al frente de la federación izquierdista. Empezó entonces su distanciamiento de IU y del PCE, si bien nunca llegó a romper los lazos.
En su trayectoria política y como activista, destaca su colaboración con el PCE e IU, con Gerardo Iglesias y con Anguita. Trabajó en contra de la entrada de España en la OTAN y, luego, a favor de la salida de nuestro país de esa organización militar Lo primero en el referéndum de 1982 y lo segundo en el de 1986.
Cuando en 1982 el partido se dividió y él fue relevado como secretario general dejó su Cataluña natal para afincarse en Madrid.
Al comenzar el proceso independentista catalán, Paco Frutos fue de los primeros en situarse en contra de él y se afilió a Federalistes d’Esquerres. Promovió de nuevo por la unidad de la izquierda.
Así, participó en cualquier iniciativa para hacer frente al independentismo. En 2014 fue uno de los firmantes de un manifiesto en contra del secesionismo catalán.
El 29 de octubre de 2017 intervino en un acto organizado en Barcelona por Societat Civil Catalana. Fue una de sus últimas intervenciones. La enfermedad que padecía se recrudeció y se centró en su familia. Hace poco había sido bisabuelo, algo que le produjo gran emoción y orgullo.
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