Se desmarca de la “práctica del pasado”.
Durante su intervención ante los senadores populares ayer, Pablo Casado, presidente del PP, ha lanzado la advertencia de que “en este partido no se tolera la corrupción y en este partido tampoco se toleran prácticas que no sean ejemplares aunque no conlleven ningún tipo de delito relacionado con la corrupción”.
Pide también equilibrio y proporcionalidad para no caer en “injusticias” porque, dijo, al partido se le va a medir también por cómo trate a “su gente” si la Justicia se pronuncia. “Este partido se hace respetar”.
El lunes María Dolores de Cospedal dimitió de la Ejecutiva del partido por los audios filtrados del ex comisario José Manuel Villarejo. Casado afirma que el PP cumple “su código ético” y con pasos “justos y proporcionados” al respecto. También se ha reafirmado en el “compromiso del PP con la transparencia, la ejemplaridad y la rendición de cuentas” y que éste debe ser “absoluto”.
El líder popular crítico las filtraciones interesadas de las grabaciones de Villarejo y ha hecho un llamamiento a mantener el equilibrio y el respeto a la presunción de inocencia. “Un equilibrio exigente sin hacernos partícipe de ninguna práctica del pasado que nos pueda avergonzar, pero al mismo tiempo justo y equilibrado al tomar las medidas que se espera de nosotros, sin caer en afanes inquisitoriales que llevarían irremediablemente a la injusticia.”, destacó.
A ello añadió que no permitirá que otros partidos den “lecciones” al PP, en especial después de darse a conocer los audios de Dolores Delgado, ministra de Justicia, con el ex comisario. De las conversaciones de esos grabaciones dijo que podrían ser constitutivas de delito y demuestran que se estaba “riendo de prácticas mafiosas”, para luego insistir en que Delgado está tardando en dejar el Consejo de Ministros.