Estrella Domínguez, quien fuera secretaria de Luis Bárcenas, ha confirmado, en el juicio que se celebra por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas, que tiró las agendas en las que se registraban las anotaciones acerca de “reuniones” y “comidas” del ex tesorero, con la excusa de que eran suyas. Ha afirmado que no se le ocurrió pensar que éstas podrían tener relevancia para una investigación judicial.
Del mismo modo, ha indicado que sobre la mesa del despacho había “papeles de juzgados”, recordando que tenía un “ordenador grande allí”, aunque no tiene conocimiento acerca de cualquier información sobre destruir esos archivos informáticos.
Respecto a este asunto, el abogado de IU ha querido conocer si algún miembro del partido avisó a la testigo cuando se jubiló para que ella diese autorización de eliminar los documentos de su ordenador, ya fueran personales o profesionales, según señalaron los acusados que es el “modus operandi” que establece el protocolo de borrado. Estrella Domínguez ha admitido que nadie le solicitó ese permiso.
Isabel del Val, abogada de la acusación popular Obsertari Desc, ha preguntado si alguien cercano a Bárcenas se puso en contacto con Domínguez para devolverle sus pertenencias y ordenadores. La secretaria de Bárcenas, ha apuntado que Rosalía Iglesias, mujer del ex tesorero, le envió varios mensajes al móvil para que le diese unas agendas. Pero ha insistido que los cuadernos eran suyos, lugar donde anotaba “actos y cosas personales”, del mismo modo que “reuniones” y “comidas de Bárcenas”.
Domínguez ha mantenido que cuando “Luis (Bárcenas) se fue” tiró las agendas, ya que su espacio se había “agotado”. “Nunca nadie me dijo que tenía que hacer con ellas”. Además, ha admitido que no pensó que pudiesen ser necesarias para una investigación judicial, puesto que nunca nadie le dijo lo que tenía que hacer.