Los aviones estaban en el aire y los buques en posición y preparados para disparar en un ataque a Irán cuando en el último momento o llegó la orden de abortar la misión. Parece el comienzo de una película bélica pero, según ha revelado el diario The New York Times, Donald Trump, había aprobado bombardear objetivos iraníes en represalia por el derribo de uno de los dones estadounidense en el estrecho de Ormuz el pasado jueves.
El tabloide estadounidense cita a altos cargos de la Administración informados o involucrados en el análisis de un ataque, teniendo como objetivos radares y baterías de misiles, listo para el amanecer del viernes, con el fin de minimizar el riesgo tanto para el Ejército ha de Irán como para la población civil.
Así, después de intensas deliberaciones a lo largo del jueves en la Casa Blanca, según el diario, se posicionaron a favor Mike Pompeo, secretario de Estado, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional, y Gina Haspel, directora de la CIA.
En cambio, altos cargos del Pentágono habrían logrado disuadir al mandatario estadounidense hasta lograr que se detuviera el ataque, argumentando que podría desencadenarse una escalada de tensión en la región, incrementándose el riesgo para las tropas de Estados Unidos en Oriente Próximo. Con todo, aun existe la posibilidad de que los ataques contra Irán se lleven a cabo más adelante.
El pasado jueves, un dron estadounidense fue derribado por Irán porque, según su versión, estaba dentro de su espacio aéreo. Sin embargo, el Mando Central del Ejército de Estados Unidos señaló en un comunicado que “las informaciones iraníes sobre que la aeronave estaba en Irán son falsas. Es un ataque no provocado contra un activo de la vigilancia aérea de Estados Unidos en espacio aéreo internacional”.
“Ese dron estaba en aguas internacionales, claramente. Lo tenemos todo documentado científicamente, no son sólo palabras. Han cometido un error muy malo”, aseveró Trump.