Podría pensarse que empiezan a aparecer grietas en Podemos después de que miembros de Izquierda Unida y sectores de los comunes entienden que es necesario hacer pública una oferta de investidura sin pedir nada a cambio con tal de evitar elecciones y “perder representación”.
Entre los miembros de la formación morada que defienden esta posición, figura Gerardo Pisarello o el propio Alberto Garzón, coordinador federal de IU, según fuentes de ésta. Incluso deslizan que Enrique Santiago, de máxima confianza de Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, está empezando a considerar esta opción.
Por el contrario, Jaume Asens, diputado en el Congreso por Barcelona en Comú, se alinea en la vía marcada por el secretario general morado y sostiene que se debe insistir en la exigencia de un gobierno de coalición.
Los que defienden entregar gratis los votos de Unidas Podemos para facilitar la investidura y evitar una convocatoria a las urnas argumentan que, si finalmente la formación morada pasa a la oposición, es conveniente anunciarlo cuanto antes. De este modo se forzaría a Pedro Sánchez y al rey Felipe VI a que se celebre un debate que haga de nuevo presidente del Gobierno al candidato socialista.
Y hay más argumentos de peso. Sánchez no quiere a miembros de Unidas Podemos en el Ejecutivo. Pero tampoco quiere una oposición dura. En IU y entre los comuns lo saben y de ahí que consideren la premura de dar a conocer su respaldo gratuito a la investidura enmarcándolo en el “sentido de Estado” y que sea antes de que el candidato socialista cierre esa opción. Bastaría con tan solo renunciar a formar gobierno.
Al lado contrario, y a pesar de las evidencias, sostienen que “no hay casi debate” y que todas las confluencias y marcas de Unidas Podemos respaldan la opinión de Iglesias de que lo esencial es conseguir una coalición.
Sin embargo, no esconden que el líder morado baraja esa posibilidad de una cesión gratuita de última hora con tal de evitar una repetición electoral. Son conscientes de que una posible derrota electoral de noviembre terminaría por “desmembrar” a Podemos. “Nos permitiría a parar el balón y arreglar el vestuario”, resume un dirigente de la formación.
La cuestión es el precio que pagarán en los medios de comunicación, el “qué dirán”. La lectura a corto plazo resaltará la cesión del partido ante Sánchez, pero es mejor que unas nuevas elecciones.
Con todo, desde la dirección de Podemos aseguran que a nivel de base no se les puede hacer responsables de que la que negociación fracase. Ello a pesar de que son muchas las voces que internamente critican que Iglesias rechazara la oferta de coalición del PSOE en julio.
Al parecer, señalan fuentes de la formación morada, se ha encargado una encuesta acerca de esta cuestión. La próxima semana al llegar a los resultados y ese será el momento de decidir. Entretanto, tienen que reconstruirse organizativamente y redefinir el liderazgo.
Entre las opciones, encumbrar a Irene Montero y su función política. Si finalmente no hay coalición, lo más conveniente es pasar a una oposición dura. De este modo, el presidente del Gobierno tendría clara una fuerte resistencia ya en el debate sobre los presupuestos. Así lo deslizó este viernes Yolanda Díaz, portavoz de la confluencia gallega.
Así las cosas, en la Moncloa y en el PSOE son conscientes de que en Unidas Podemos están pensándolo y quieren pararlo. De hecho, el propio Sánchez ya adelantó que antes de formar un gobierno débil de corta duración, optan por la convocatoria electoral.
Con todo, desde la formación morada afirman que es clave anticiparse y confían en que iglesias ceda antes de que sea tarde.