El coloso bancario que surgirá de la fusión de CaixaBank y Bankia bien podría denominarse Caixa-Bankia, pero aún no está definido el nuevo nombre. Ahora, el Gobierno ha informado que mantendrá su participación en Bankia.
Las arcas públicas sacaron del pozo a Bankia con un rescate de 22.400 millones de euros. Sólo se han recuperado 3.000 millones de aquel préstamo.
Ahora, la gran incógnita es analizar si para recuperar ese préstamo es mejor que el Estado posea algo más el 62% del que es titular o entre el 12% y el 15% de una entidad mucho mayor.
Es lo que los expertos calculan que le quedaría al Fondo de Recuperación Organizada Bancaria (FROB) del nuevo Caixa-Bankia.
A este respecto ya ha anunciado que, si las negociaciones acaban en una propuesta de fusión, la analizarán desde la perspectiva de recuperar el máximo posible.
En un principio se especulaba con la posibilidad de que la operación supondría la privatización de Bankia. De ella, un 62% de su capital está en manos del Estado.
Ahora, sabemos, sin embargo, que las arcas públicas se mantendrán entre su accionariado, al menos, con entre un 12% y un 15%, hasta recuperar los 22.400 millones de euros prestados.
Por parte del Gobierno, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, ha señalado que el Ejecutivo vigilará la fusión bancaria “en favor del interés general del país y de todos”
Pero, CaixaBank y Bankia están dispuestos a aumentar su rentabilidad ante la crisis del Covid-19 con esta fusión bancaria. Dicha unión significaría dar lugar a la primera entidad bancaria doméstica en España.
La supuesta ‘Caixa-Bankia’ tendría una plantilla de 51.000 empleados
En concreto, Caixa-Bankia, contaría con unos activos de 650.000 millones de euros, 6.600 sucursales, y una plantilla conjunta de más de 51.000 empleados. La entidad catalana aporta a la fusión prácticamente el doble, en todos los campos, que la madrileña.
Este dato es importante ya que, teniendo en cuenta el valor en Bolsa del jueves, CaixaBank subió hasta los 10.859 millones de euros y Bankia se situó en los 3.178 millones. Así, el banco catalán tendría el 70 por ciento de las acciones y Bankia el resto.
El presidente de Caixa-Bankia sería, José Ignacio Goirigorzarri, y CEO plenipotenciario a Gonzalo Cortázar. La sede se mantendría en Valencia.
La operación se enmarcaría, dentro de la denominada consolidación bancaria, deseada por los sectores financieros tras los estragos de la Covid-19.
Desde Europa, Luis de Guindos, ha saludado la operación a la que ha considerado como “urgente”, también para afrontar los problemas de rentabilidad anteriores a la crisis.
Como ya publicó este digital, Podemos ve “preocupante” la fusión debido a la competencia del mercado, la estabilidad del sector financiero y los despidos que puedan producirse.
Los analistas aseguran que el anuncio de Caixa-Bankia, “abre la veda a otras posibles fusiones” y que, sin duda, significará un impulso “positivo para los mercados, el sector financiero y para las dos entidades”.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, asegura, por su parte, que aún hay margen para otras fusiones bancarias.