La Asamblea de Madrid, con los votos de PP, Ciudadanos y Vox, aprobó este jueves una proposición no de ley para ilegalizar a los partidos independentistas que atenten contra la unidad de España.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, ha advertido de que dicha iniciativa parlamentaria representa una “deriva bien peligrosa” y ha anunciado que estudiará impugnarla ante el tribunal Constitucional “si hay base legal”.
Así lo ha señalado en una entrevista en TVE, confirmando que están “estudiando impugnar esa resolución del Parlamento de Madrid ante el Tribunal Constitucional. Vamos a ver si hay base legal, y si hay base legal no le quepa duda de que la vamos a impugnar”.
Añadió que la resolución se ha aprobado “porque lo dice la ultraderecha”. A ello también agregaba e otra entrevista en la Cadena SER que “los Parlamentos autonómicos tienen autonomía para plantear determinadas cuestiones pero sin exceder el reparto de competencias”.
El presidente en funciones, además, reprochó que el discurso de la ultraderecha está “arrastrando” a PP y Ciudadanos. Sostuvo que una iniciativa así de ilegalizar partidos políticos por sus ideas es ir “en sentido contrario” a lo que representa la Transición.
Con todo, sí defendió que “no se puede aceptar” que alguien plantee celebrar un referéndum ilegal de independencia. “Eso no significa ser derechista ni hacer guiños a la derecha”, argumentó, sino que el pensamiento progresista “no está reñido” con mantenerse con firmeza en el cumplimiento de la legalidad.
Por otro lado, Sánchez ha alertado acerca de que la ciudadanía está asistiendo, con la irrupción de Vox, a planteamientos “muy preocupantes”. Puso los ejemplos del cierre de televisiones privadas, el veto a periodistas o decir que los homosexuales son enfermos.
Sin querer llegar a mencionar el fascismo, el también candidato socialista a la reelección indicó que “eso tiene un nombre en la historia europea”. Así, en su opinión, el PP “no quiere ni puede poner freno” al partido de Santiago Abascal porque es una “criatura” de José María Aznar creada para “desestabilizar” a Mariano Rajoy y “se les ha ido de las manos”, concluyó.