Finalmente, el Pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha decidido dar un ‘golpe blando’ al Poder Legislativo y ha paralizado la tramitación en el Senado de las enmiendas que le afectan directamente.
Seis votos, de la mayoría conservadora, frente a cinco, del ala progresista, ha sido el resultado de la votación, con una resolución de dudosa imparcialidad.
Según fuentes del Constitucional, los magistrados consideran que la tramitación parlamentaria causa un daño de difícil reparación a los derechos de los legisladores del PP.
Los populares invocaron el artículo 23 de la Constitución, que recoge el derecho a la participación política de los ciudadanos a través de sus representantes.
El Senado iba a debatir y votar el próximo jueves las dos enmiendas que afectan a la renovación de los magistrados del TC cuyo mandato expiró.
Tras el paso que ha dado el Constitucional, Alfonso Pérez Camino, secretario de Justicia del Pleno, deberá entregar personalmente la decisión adoptada en la Cámara Alta.
Previo a esta decisión, este lunes se celebró un Pleno extraordinario para debatir, entre otros asuntos, si admitía a trámite el recurso de amparo interpuesto por el PP contra las enmiendas que afectan a la propia Corte de ‘garantías’.
El pasado jueves aplazó el Pleno porque la parte progresista amenazó con no presentarse si no contaba con más tiempo para analizar el recurso popular. Si no acudían esos cinco magistrados, no habría podido celebrarse al no contar con el quórum requerido.
Así, el ala conservadora del TC preparaba el terreno para asestar un ‘golpe blando’ al Poder Legislativo. No se apartaron ni Pedro González-Trevijano, presidente del Constitucional, ni el magistrado Antonio Narváez.
Recusados dos magistrados del Constitucional
A ambos los recusó, primero, Unidas Podemos y, luego, el PSOE. De este modo, los votos de ambos jueces (conservadores) fueron decisivos tanto para admitir el recurso del PP como para rechazar las recusaciones.
Sí se admitieron las peticiones de personación de los morados y los socialistas.
Por tanto, los seis votos del ala conservadora se impusieron sobre los cinco de la parte progresista. De esta forma, se admitió el recurso y se rechazaron las recusaciones.
Es decir, los magistrados cuyo mandato caducó consideran que son los adecuados para decidir acerca de su validez.
A continuación, el Pleno del Constitucional debatió acerca de la suspensión del debate, ya en el Senado, de las enmiendas.
Las medidas cautelarísimas que pide el PP perseguían bloquear la aprobación definitiva de las enmiendas y, así, mantener la mayoría conservadora en el TC.
Cabe recordar que el mandato de cuatro de los magistrados de la Corte de ‘garantías’ expiró en junio. Entre ellos, precisamente, el de González-Trevijano y el de Narváez.
Justo es ese el argumento esgrimido por Unidas Podemos y el PSOE para recusarlos, al considerar que son parte interesada.
De hecho, los dos candidatos que el Gobierno propone vendrían a sustituir a ambos magistrados.
Accede a esas medidas urgentes se da una situación inédita en los más de 40 años de historia del TC. Nunca antes había paralizado un debate parlamentario en las Cortes Generales.
Paradójicamente, el Constitucional está incumpliendo la ley y atenta, al menos en el fondo, contra la Carta Magna que obliga a renovar la Corte de garantías.