El partido de ultraderecha Vox trata de defenderse de las acusaciones de xenofobia y vuelve a hablar de deportaciones de aquellos que “vienen a nuestro país a delinquir, violar y atemorizar”.
Así lo han dicho a través de un comunicado en el que sostienen que “mientras ‘la dictadura progre se preocupa por una inexistente xenofobia del pueblo español’, Vox sigue trabajando para que quienes vienen a nuestro país a delinquir, violar y atemorizar, acaben metidos en un avión de vuelta a sus países de origen”.
En esa línea, el partido dirigido por Santiago Abascal exige “el necesario endurecimiento de las leyes” frente a los migrantes que alcanzan España y también contra los MENA, menores no acompañados.
En ese sentido, y en relación a la puesta en libertad de los jóvenes supuestamente implicados en una violación grupal en Bilbao la semana pasada, señalan que “deberían estar cargados de cadenas y en un avión a Argelia, para cumplir su condena allí y no regresar a Europa jamás. Y están en nuestras calles otra vez, riéndose, en libertad con cargos”.
La formación de ultraderecha se compromete a trabajar para promover las medidas migratorias que recoge su programa. También hace un llamamiento al Gobierno para que ponga “fin al efecto llamada” y para “proteger a la sociedad española” de los MENA, a los que llama “delincuentes”.
Subrayan que a diario hay noticias sobre “actos violentos perpetrados por el inmigrantes irregulares”. Entre ellos, dicen, hay muchos menores que están solos y que “parecen campar a sus anchas, sin respeto alguno a la ley, por las calles de toda España”. “Esta es la realidad a la que hacen frente a diario los ciudadanos”, añaden.
Destacan que “en lugar de ofrecer soluciones a un problema de extrema gravedad”, el “consenso político mediático”, que “desvía el tiro”, centra “la atención en el único partido político que habla alto y claro para proteger y preservar la seguridad y el bienestar de los españoles de hoy y los de las próximas generaciones, y evitar así la factura social que pagarán los jóvenes del mañana si no se pone antes remedio”.
En ese sentido, también defienden el fin de las ayudas a organizaciones humanitarias “patrocinadas por élites globalistas que colaboran con las mafias”. También proponen la ilegalización de aquellas ONGs “que colaboren con las mafias migratorias”, además de “impedir que los barcos-taxis que contribuyen al efecto llamada y ponen en peligro la vida de miles de personas atraquen” en puertos españoles.
Por último, abogan por “decomisar a los barcos que, en connivencia con las mafias, transportan a inmigrantes irregulares”. Igualmente, “devolver a los inmigrantes irregulares a su lugar de origen”.