En algo más de 200 días, los humanos hemos terminado con los recursos naturales de la Tierra para todo 2022.
Concretamente, se acabaron el pasado jueves, 28 de julio, según denuncia el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés)..
Es decir, hemos superado en un 74% la capacidad de los ecosistemas para regenerarse a lo largo del año.
Por tanto, para cubrir los recursos necesarios, la Tierra tendría que ofrecer tres cuartas partes más de lo que puede producir en 365 días.
Así, está ONG indica que no todos los países tienen el mismo nivel de consumo de recursos naturales.
Por ejemplo, Estados Unidos necesitaría 5,1 planetas, frente a los 9 que requeriría Qatar. El caso España, necesitamos 2,8 planetas, bastante más de los 0,3 que requiere Yemen.
En el caso de nuestro país, entramos en números rojos con la Tierra el pasado 12 de mayo, trece días antes que en 2021.
De hecho, WWF ve con preocupación que la fecha siga adelantándose, a nivel nacional e internacional.
Día de la Sobrecapacidad de la Tierra
Así, cada año varía la fecha del Día de la Sobrecapacidad de la Tierra. Es cuando la demanda de recursos y servicios ecológicos para la humanidad en un año concreto supera lo que el planeta puede regenerar. En 2022, ha sido el citado 28 de julio.
La Global Footprint Network calcula dicha fecha. Se trata de una organización de investigación internacional. Ofrece a quienes toman las decisiones un menú de herramientas para ayudar a la economía humana a operar dentro de los límites ecológicos.
Por tanto, analiza la evolución mundial de dos parámetros: la capacidad de regeneración biológica y la demanda de recursos. Es decir, la biocapacidad y la huella ecológica, respectivamente.
Así, Enrique Segovia, director de conservación de WWF, señala que el modelo de producción y consumo es causa principal de la destrucción de la naturaleza. También de la crisis climática.
Por eso, apremia a los líderes mundiales para que aborden “con urgencia y valentía” las medidas precisas para darle la vuelta a la situación.
En ese sentido, anima a todos a “detener el déficit ecológico tomando mejores decisiones en nuestra vida diaria”, porque podemos hacerlo.