Las discrepancias internas en Adelante Andalucía, la coalición regional de Podemos, han llevado a que Teresa Rodríguez construya un “sujeto político andaluz” al margen de la formación morada. Una escisión. Lo ha anunciado después de renunciar un día antes a renovar como líder de la confluencia.
Explicó que su “reto” es servir como “alternativa” y no resultar un “subalterno” al PSOE, para trabajar para Andalucía. Desde la sede de Podemos Andalucía en Sevilla, dijo que su intención es hacerlo con “lealtad” a las organizaciones que integran la coalición.
Esto es, Izquierda Unida, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y la propia formación morada, además de las personas que se unieron a la confluencia individualmente.
Rodríguez compareció en rueda de prensa con ocho compañeros de Podemos Andalucía y Ángela Aguilera, portavoz adjunta parlamentaria de Adelante Andalucía en la Asamblea andaluza.
Rodríguez culpa al PSOE de generar desazón
Así, sostuvo que su idea es que “para ser freno a las derechas no hay que aparecer como subalterno al PSOE, que generó mucha desazón” en las elecciones autonómicas. En ellas, dijo, “muchos andaluces no fueron a votar” y se dejó “vía libre a la derecha”.
A juicio de Rodríguez, “los casos de corrupción, la falta de valentía, las cosas que la izquierda no hace, o hace mal, son camino abonado a la derecha”. Asume la “responsabilidad” del proyecto de no haber sabido ser “la alternativa para una regeneración democrática”. Una regeneración “necesaria en las instituciones” andaluzas después de casi 40 años de socialismo en el Gobierno de la Junta de Andalucía.
La todavía líder de Adelante Andalucía, defendió “ofrecer una alternativa al bipartidismo en su conjunto” y marcar una mayor “distancia” con las posiciones del PSOE. Con todo, admitió dentro de Podemos que no fue “capaz” de que esa idea fuera mayoritaria. También reconoció que no pudo “convencer” a los compañeros de partido de que “no era buena idea gobernar con el PSOE” en España.