La OTAN garantizará la seguridad a Ucrania hasta que Kiev se adhiera a la Alianza, un compromiso de apoyo militar al que se ha sumado España.
Dicha seguridad a la que se compromete la OTAN a largo plazo la han negociado los países del G7, con Estados Unidos y Reino Unido a la cabeza.
Así, los Estados del G7 ultiman el acuerdo por el que ofrecerán garantías de seguridad hasta que Ucrania pueda defenderse de futuras agresiones rusas. Asimismo, hasta que se incorpore como miembro de la OTAN.
Con ello, los aliados y el G7 envían a Kiev una señal de apoyo, algo que llegará cuando los miembros de la Alianza hayan manifestado su respaldo unánime a la adhesión ucraniana.
Precisamente, sobre la mesa en la cumbre de la Alianza en Vilna (Lituania), la invitación de adhesión que los líderes de la OTAN ofrecen a Ucrania. Lo condicionan a la seguridad y que así lo acuerden los miembros.
De este modo, renuevan el compromiso manifestado en 2008 de incluir a Kiev algún día en la Alianza Atlántica.
Así, los aliados dan un paso adelante, aunque no establecen un marco temporal para que esa incorporación se produzca.
De este modo, responden también a Alemania y Estados Unidos, los más reticentes a extender la invitación a Kiev. En cambio, los países del Este, como Polonia y los bálticos sí abogan por su adhesión pronto.
Según fuentes aliadas, la invitación de adhesión cuando se cumplan ciertas condiciones es un paso definitivo de los miembros. Además, representa la mayor relación de esta organización con un tercer país.
A ello también contribuye el paquete plurianual de ayuda militar por valor de varios miles de millones y la inauguración del Consejo OTAN-Ucrania.
Al final, caló en el cónclave el debate acerca de ofrecer garantías de seguridad a Kiev para prevenir eventuales agresiones militares rusas.
Un asunto que ha provocado “divergencias” entre los miembros de la Alianza por las consecuencias que supondría.