Sigo observando mi trocito de cielo, tumbada en la cama, reflexionando, hablando, riendo, llorando a ratos. Hasta el día que pueda dejar atrás la sombra de los barrotes dentro de treinta años.
Sigo observando mi trocito de cielo, tumbada en la cama, reflexionando, hablando, riendo, llorando a ratos. Hasta el día que pueda dejar atrás la sombra de los barrotes dentro de treinta años.