“El feminismo es cáncer”, aseguró la diputada de Vox en la Asamblea de Madrid, Alicia Rubio, quien, además, propuso que “en vez de feminismo”, “yo pondría como asignatura obligatoria, costura” que “empodera mucho coser un botón”.
La diputada regional sostuvo que el movimiento feminista “representa fraudulentamente a las mujeres” y afirmó estar preocupada por el “lesboterrorismo” y el “pornofeminismo”.
Esta era su postura del siglo XXI de la representante de la formación de ultraderecha que dirige Santiago Abascal en contra de una proposición no de ley de Unidas Podemos que trataba de terminar con estereotipos sexistas en los colegios. La propuesta, como no podía ser de otra manera gobernando quien gobierna en Madrid, fue rechazada con los votos de PP, Ciudadanos y, claro, Vox.
Ironizaba Rubio al decir que “ya se ve que las mujeres estamos mucho peor que en Arabia Saudí, estamos horrorosamente mal”. A su vez, criticó que las razones de la formación morada para su propuesta se refirieran a datos sobre violencia machista a escala mundial.
“Es como si, si hay hambre en el mundo, se insta a la Comunidad de Madrid a repartir bocadillos a todos los madrileños”, despreciaba la diputada de extrema derecha. En su intervención, Rubio citó a Milo Yiannopoulos, un periodista bloguero crítico con el feminismo de hoy día y ex redactor jefe del medio de ultraderecha Breitbart News. Un modelo a seguir (esto también es ironía).
Por último, la diputada regional de Vox censuró lo que ha tachado de “cuotas por entrepierna” en empresas e instituciones en alusión a las cuotas de paridad por las que se coloca a mujeres en cargos para las que no son válidas.