Según fuentes socialistas, el propio presidente del Gobierno se ha implicado en la negociación política tratando de convencer a los dirigentes de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) de que el riesgo de involución territorial y política en España es muy grande.
Según otras fuentes del mismo partido, “los republicanos catalanes deben hacer un ejercicio responsabilidad”. Ese es el objetivo a lograr, toda vez que el PP y, sobre todo, Ciudadanos siguen instalados en el ‘no’. Por muchas vueltas aritméticas que se pretendan, los números no salen sin ERC, al menos en la abstención.
De ahí que el lenguaje de Pedro Sánchez en sus intervenciones sea tratado con mimo a la hora de elegir los términos. Durante la campaña, hablaba de “crisis de convivencia”, mientras que ahora se refiere a “crisis política” y “crisis territorial”. A su vez, insiste en defender el diálogo dentro del marco constitucional.
Conjuga mejor con la terminología que ERC sostiene, huyendo de la idea de la crisis de convivencia e incidiendo en que se trata de una crisis política. Sánchez acepta que la resolución pasa por una “solución política”.
De este modo, también sitúa a los republicanos en un escenario en el que o facilita una investidura o estará abriendo la puerta a unas terceras elecciones y la posibilidad de dar el gobierno a la derecha y la extrema derecha, que no apuestan, precisamente, por el diálogo.
En los últimos días, el presidente en funciones ha dejado claro a ERC que, a pesar de las diferencias con Unidas Podemos, esa coalición es la única viable para garantizar el diálogo dentro de la Constitución: “Si no, ¿qué solución proponen? ¿Qué Gobierno quieren?”, ha llegado a cuestionarse.
Los republicanos catalanes saben que su voto es decisivo para que salga adelante una investidura y un Ejecutivo progresista de coalición, pero no son ciegos y también saben que no pueden tensar en exceso la cuerda porque ello podría llevar a romperla y que se deban convocar nuevas elecciones.
Con todo, mantienen su ‘no’, aunque no se niegan a volver a hablar, a la vez que exigen la creación de una mesa de negociación en la que quepa hablar de todo, incluso del derecho de autodeterminación. Sánchez tampoco se niega, pero siempre en el marco constitucional, aunque, por el momento, no haya aceptado expresamente dicha mesa.
“Lo primero que tienen que hacer los catalanes es hablar entre ellos. De hecho, hay una mesa de partidos en el Parlament que debe ser activada”, alertaba el candidato socialista, buscando, así, abrir la puerta a una abstención.
Una de las medidas que proponía antes, recuperar en el Código Penal el delito de convocatoria de referendos ilegales, ya no está en su agenda, o al menos no ha vuelto a mencionarlo. A cambio, ha reiterado la idea de una “solución política”.
En ese sentido, ha insistido en que “el PSOE y Unidas Podemos somos las dos únicas organizaciones a nivel nacional que apuestan por el diálogo dentro de la Constitución y el Estatut para resolver la situación en Cataluña. Por tanto, aquellos que se oponen nos tendrán que explicar qué alternativa proponen. Nosotros vamos a manifestar nuestra voluntad de superar esta crisis política mediante el diálogo”.
Vuelta a la carga, también ha insistido en apelar a la “responsabilidad de todos”, incluso la del PP y Ciudadanos, sin citarlos expresamente, como hiciera después de las elecciones de abril.
Precisamente, esas peticiones de abstención a la derecha molestaban a otros socios, como el PNV, desde el que llegaron a preguntar a Sánchez: “¿A qué estamos, a setas o a Rolex?”. Le invitaban a basarse en la mayoría de la moción de censura.
PSOE (120), Unidas Podemos (35), PNV (5), Más País (3), Nueva Canarias (2), PRC, Teruel Existe y BNG (1 cada uno) suman 168 votos. Insuficientes si votan en contra PP (89), Vox (52), Ciudadanos (10), JxCat (8), Bildu, CUP y Navarra Suma (2, respectivamente): 168. La pérdida de un escaño del PNV a favor del PP ha hecho que, incluso, la abstención de ERC (13) no valga.
Hay quienes apuntan a que un solo voto a favor de los republicanos bastaría para nadar y guardar la ropa. Saldría adelante la investidura, se evita una posible involución y se mantiene una postura digna que, de no ser así, correría riesgo de mayor pérdida.
Pedro Sánchez ha pedido a ERC que reflexione sobre su «NO» a su investidura, pues el «NO» de ERC haría que Pedro Sánchez tuviera que convocar unas nuevas elecciones que posiblemente daría el triunfo a la extrema derecha y a la derecha. El diálogo con ERC quedaría suprimido por parte de la derecha debido a que no es partidaria de ninguna clase de conversaciones con los Independentistas. Con un solo voto de ERC, Pedro saldría investido en una segunda vuelta, pero si ERC sigue con su negativa iríamos a una nuevas elecciones, y los ciudadanos hartos de que se convoquen elecciones darían sus votos a la derecha para que de una vez por todas se acabe el bloqueo. Los Españoles están hartos de ir a votar y eso NO BENEFICIA A LA DEMOCRACIA con la extrema derecha y la derecha, que también es ultraderechista, reacias a ningunas conversaciones con los Independentistas, y queriendo suprimir muchas libertades conseguidas en esta Democracia si Vox entra en un Gobierno de derechas. Se podría producir una involución que seria perjudicial para España, para las libertades.
¡ Cuidado ERC, el enemigo está al acecho, Vox está al acecho, y quieren destruir los cimientos de la Democracia y destruiros a ustedes! Lo primero que harían es aplicar un 155 indefinido en Cataluña.