El Partido Popular ha dado un paso más en relación a lo que se ha venido en llamar la más grave deslealtad institucional de la historia reciente de España.
Los principales dirigentes del Partido Popular han insinuado, y preguntados con ostentación públicamente, si Pedro Sánchez alertó a su personal más cercano y a su familia de los riesgos del coronavirus antes que a la población. Una aseveración del todo falsa como demuestra la presencia de su esposa y otros familiares en la manifestación del 8M.
Al vicesecretario de Participación, Jaime de Olano, le parece una gravedad extrema. Pero el que ha ido mucho más allá ha sido el responsable de Política Territorial, Antonio González Terol –en la fotografía-, señalando que “se ha jugado con la vida del resto de los españoles”.
La portavoz de Interior del PP, Ana Vázquez, ha llamado directamente “chulo” al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Esta redacción ha tratado de ponerse en contacto con el ministro que no querido hacer declaraciones a este respecto.
Para los socialistas, empero, el comportamiento de los conservadores es digno de estudio cuando pase todo esto. Según fuentes del PSOE, están horrorizados porque “creemos sinceramente que les importa más el poder que los muertos.