El PP está tan paralizado que ha tenido que ser Albert Rivera el que nos revelara a los periodistas, a la entrada de una rueda de prensa, que el PP ya está barajando candidatos para sustituir a Cifuentes.
Cada vez que pasa un día, unas horas, minutos, la situación de Cristina Cifuentes se agrava. Teniendo en cuenta que la situación de la presidente saliente es insostenible. Sabiendo lo que saben, Génova está planteándose salvar los muebles.
El incendio parece propagarse con voraz saña sobre los matorrales que van quedando de esa fosa séptica que presidió Aguirre en la Comunidad de Madrid. Una forma de hacer política en la que los partidistas quisieron hacerse con una universidad.
Ahora el PP trata de buscar un relevo que les garantice una transición hacia un nuevo candidato. Mientras tanto Cifuentes se agarra a un clavo ardiendo, tratando de evitar un terrible destino político, sabiendo que hasta ahora el tiempo no ha sido, ni será, su mejor aliado.