La Fiscalía los relaciona con cortes de carreteras y sabotajes a peajes en Cataluña durante la Semana Santa.
El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea ha ordenado detener a dos miembros de los llamados Comités de Defensa de la República, CDR, por los incidentes violentos sucedidos durante la pasada Semana Santa, atribuyéndoles delitos de rebelión y terrorismo. En concreto se detiene a Tamara Carrasco en Viladecans, Barcelona, por supuestamente grabar y difundir un mensaje con instrucciones para llevar a cabo determinadas acciones, que no se ejecutaron, durante las vacaciones de Semana Santa, en cuyas fechas sí se cortaron carreteras y se sabotearon peajes de autopistas en diferentes puntos.
Los agentes de la Guardia Civil, en esta operación llamada Cadera, intervinieron material informático y documentación, además de uno concreto referido a un cuartel del instituto armado en Barcelona. Igualmente, hay orden de arresto para otro joven supuestamente vinculado con los incidentes, pero sigue pendiente de llevarse a cabo la detención, aunque su vivienda en Esplugues de Llobregat, Barcelona, sí ha sido registrada.
Crece la tensión
En las últimas semanas los CDR han ido incrementando sus adeptos con jóvenes, profesionales y jubilados, procedentes, en muchos de los casos, de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural. Después de que fuera detenido en Alemania el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se produjeron numerosos disturbios en Barcelona y enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra, así como se llevaron a cabo acciones contra la segunda residencia del magistrado Pablo Llarena en Das, Girona. Según la fiscalía, los últimos incidentes persiguen “provocar un clima de agitación social”. La respuesta judicial ha sido atribuir a los dos investigados un supuesto delito de rebelión y, por primera vez durante el procés, terrorismo.