En dos artículos anteriores hemos indicado algunas opiniones de destacados escritores de su época haciendo valoraciones sobre Galdós. Para entender estas valoraciones vamos a ponerlas en el contexto de su influencia social y política.
Galdós fue republicano (salvo en su apoyo a Prim y al efímero monarca Amadeo de Saboya), primero frecuentó los círculos liberales del partido progresista de Sagasta, para pasar al republicanismo moderado del reformista Melquíades Álvarez y por último acercándose a los diferentes grupos republicanos y a Pablo Iglesias, con quien formaría la Conjunción Republicano-Socialista (1909), de la que él mismo fue presidente, consiguiendo Pablo Iglesias, por fin, acceder a las Cortes.
Cuatro veces resultó diputado, una de cunero por Puerto Rico en 1886, dos por Madrid (1907 y 1910) y otra por Las Palmas (1914). Su activismo político más intenso fue durante la última década de su vida, entre 1907 y 1912, donde se sintió muy cerca del fundador del PSOE, ante la desesperante división de los republicanos, diciendo en una ocasión: «Voy a irme con Pablo Iglesias. Él y su partido son lo único serio, disciplinado y admirable que hay en la España política», colaborando con sus publicaciones como El Socialista y Vida Socialista, escribiendo en el primero con motivo del 1 de mayo de 1911 y apareciendo en la portada de la segunda. El hombre político, patriota hasta la médula, formado en el krausismo y admirador de la Institución Libre de Enseñanza, se hizo decidido regeneracionista, liberal de joven para desplazarse después hacia la izquierda según envejecía.
El término caleidoscopio fue utilizado varias veces por Galdós en sus novelas y en este caso vamos a indicar las impresiones generales de varios escritores sobre el propio Galdós.
Algunas opiniones no desarrolladas en los dos artículos anteriores fueron, entre otras las de:
Zambrano participó muy activamente en la celebración del centenario de su nacimiento en 1943, donde sólo lo hace la España peregrina. Sostiene que el verdadero alimento intelectual del español es la novela desde Cervantes a Galdós, con un hiato amplísimo entre ellos. El entendimiento español se replegó a la novela.
Galdós para María Zambrano fue un Cervantes próximo, indicando que la novela es la confrontación de la conciencia con la naturaleza y la sociedad de su tiempo. También escribe un artículo titulado La mujer en la España de Galdós para señalar el paso de la mujer del área de lo doméstico a la complejidad de la vida social, siendo su generación la que realiza el sueño de Galdós.
Indica Zambrano que su ceguera última puede ser simbólica de esa su genialidad, que en grado último es visión que se hace ciega, para dejar paso al tacto; a un infalible tacto de ciego, de ese poeta ciego capaz de enumerar la realidad arcana y doméstica a un tiempo.
María Zambrano fue profesora en la facultad de filosofía con Ortega, se exilió en México y La Habana, trasladándose luego a Roma y a Francia. En 1981 recibió el premio Príncipe de Asturias y en 1988 el premio Cervantes de Literatura.
Poeta y dramaturgo, miembro de la generación del 27, es el poeta de más influencia del siglo XX, y con gran proyección internacional, en teatro es con Valle Inclán y Buero Vallejo los más reconocidos de esa generación. Su obra está fuertemente enraizada en la tradición y el folklore español. Políticamente apoya al gobierno republicano y es fusilado.
Historiador y filólogo, catedrático de literatura, organizó el Centro de Estudios Históricos desde 1915, adherido al Krausismo, profesor en diversas universidades de Chile, México y Nueva York, embajador en Berlín en 1931. Se exilió en EE.UU en 1938 y fue profesor de literatura en diversas universidades Norteamericanas hasta su fallecimiento.
En la novela “Luis Buñuel” indica: “Si se perdiera todo el material histórico de esos años -el siglo XIX-, salvándose la obra de Galdós, no importaría. Está ahí completa, viva, real, la vida de la nación durante los cien años que abarcó la garra del autor”.
Indica Cernuda que Galdós es de estirpe quijotesca, que aunque no coincide con su gusto literario, le señala como un gran escritor aunque si destaca los Episodios Nacionales como de gran interés, especialmente los últimos. Indica que Galdós levanta una patria ideal, que redime a otra España obscena y deprimente.
El poema de Cernuda “Díptico español” finaliza: “La real para ti no es esa España obscena y deprimente/ en la que regentea hoy la canalla. / sino esta España viva y siempre noble/ que Galdós en sus libros ha creado. / De aquélla nos consuela y cura ésta”.
Aleixandre es un poeta miembro de la generación de 1927, Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1934, fue Académico de la lengua desde 1950 y el premio Nobel de Literatura en 1977.
Posteriormente el franquismo pasó por varias etapas respecto a Galdós, comenzando por la quema de sus libros por los falangistas al ser considerados sus escritos como separatistas y liberales, hasta un reconocimiento tardío, aunque pervivieron actuaciones como la del Obispo Pildain que se opuso al Museo Galdosiano en Las Palmas planteando orden de excomunión a quien lo visitase. Curiosamente la recuperación de Galdós se hace en las Universidades de EE. UU. por los intelectuales exiliados y por multitud de hispanistas, especialmente en Nueva York, lo que hizo que terminara reconociéndose en España en los años 60. En la actualidad nadie duda de su trascendencia en la literatura española.