Entrevista a Nico Ferrando.
Voy por la veintena pero el número no importa. Creo que cuenta, y mucho, el empeño y la ilusión que le pongas a cada proyecto que emprendes. Villarrubia de Santiago Historia y Futuro es un libro que hace mucho que quería hacer porque llevo quince años siendo un visitante asiduo de este pueblo que, podemos decir, me adoptó. Villarrubia de Santiago es mi segunda casa y me siento muy bien allí. Invito a todos los madrileños a conocerlo, está solo a 70 km de Madrid y esconde una historia muy prolífica y extensa que, junto a Gonzalo Monzón Rodríguez, estamos sacando a la luz. No te puedes imaginar el material que hay en diversos archivos de Villarrubia de Santiago que está esperando a ser publicado.
¿Qué podemos encontrar en el libro Villarrubia de Santiago Historia y Futuro?
Mucho material que excede ampliamente la materia histórica propiamente dicha. Hablamos de Villarrubia de Santiago en la prehistoria, con íberos, visigodos y árabes, publicamos su Carta Puebla que data del siglo XIII y otros documentos, relatamos la vida del municipio con Austrias y Borbones, describimos sus monumentos más emblemáticos, nos detenemos en su valioso capital humano y analizamos aspectos económicos y sociológicos.
¿Hay colaboraciones especiales en el libro Villarrubia de Santiago Historia y Futuro, como es habitual en tus libros?
¿Qué es lo que más te impactó de Villarrubia de Santiago?
Las Cuevas de la Yedra, cómo me dijo Sonia de la Asociación Don Quijote, es la joya que tiene Villarrubia. No hay una construcción igual en toda España y, parece ser, fue utilizada por templarios, judíos y la Orden de Santiago para hacer rituales secretos.
¿Es tal la devoción por la Virgen del Castellar?
Yo no soy religioso practicante pero tengo un gran apego a la Virgen del Castellar. Me parece que es un símbolo que une a todos los villarrubieros. Además me parece muy bonito este nombre que lo detentan muchas mujeres del pueblo, como la concejala Castellar Nieto. Las fiestas patronales, que son excepcionales, son en honor a la Virgen del Castellar.
¿Te detienes en cada calle de Villarrubia de Santiago?
Junto con el otro autor, seguimos la estela de Manuel Rodríguez, quien publicó dos libros sobre Villarrubia de Santiago y murió en el año 2006.
¿Es verdad que hay una mezquita?
Sí, la Iglesia de San Pedro fue una mezquita. Pero no puedo dejar de mencionar la Iglesia de san Bartolomé, que con su torre preside el pueblo. Es una parada obligatoria, te diría que tiene cierta magia. Por cierto, San Bartolomé es el patrón del pueblo y he propuesto que se recupere la celebración de su día a partir del año 2019. Además, su día es el 24 de agosto, fecha que está entre el comienzo de las fiestas y su final que es la «Bajada». No creo que tenga especial dificultad recuperar su celebración, he encontrado buena acogida a la propuesta en la alcaldesa y también en la oposición.
¿Te quedan aspectos en el tintero?
Sí. Habrá, seguramente, una segunda parte porque el material que tenemos es muy amplio y muy destacado. Pero vamos a disfrutar de este libro, de momento, que ha tenido su dificultad. No obstante, hay varios temas que me gustará profundizar en un futuro: la guerra civil, las hazañas de Luis Alfonso Oliveira, el testimonio de algunos concejales y, sobre todo, la diáspora, que es muy diversa.
¿Cómo ves el futuro de Villarrubia de Santiago?
Ilusionante. Creo que Villarrubia de Santiago tiene mucho potencial pero debe sacar más partido a su lugar geográfico, en la Comarca de la Mesa de Ocaña, muy cerca de Madrid y de Toledo. Considero que se deben incrementar los esfuerzos para propiciar la inversión privada, algo clave para que los jóvenes se queden en el pueblo. Pero creo que Villarrubia de Santiago tiene mucho futuro.