VOX dejará caer a Isabel Díaz Ayuso de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Se esperaban las consecuencias del durísimo discurso de Pablo Casado, líder del PP, contra Santiago Abascal, presidente de Vox, en su réplica a la moción presentada contra Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo nacional. Se esperaba la venganza.
El dirigente popular rompía, al menos aparentemente, con la ultraderecha y descalificó a nivel personal al líder de extrema derecha. Ahora, éste ultima los pasos a dar para llevar a cabo su venganza.
“No contribuiré al espectáculo que ha dado usted hoy en esta tribuna. Lo lamento profundamente y le pido que rectifique”, dijo Abascal. Renunciaba, así, a la batalla dialéctica, sabedor que era mejor intentar derrotar a Casado al margen del Hemiciclo donde todo estaba en contra.
Todo pudimos contemplar el estupor con que el dirigente de la ultraderecha recibió las andanadas del líder del PP. Especialmente, acusó los golpes cuando Casado afirmó que se había convertido en el “monosabio de Pablo Iglesias”.
También, cuando se refirió a que le “dio trabajo”, una afirmación que reconocía que lo enchufó en algunos empleos. Abascal teje la tela de araña en la que va intentar meter al PP y el primer objetivo es Madrid.
El líder de extrema derecha afirmó que los gobiernos de coalición de los populares con Ciudadanos en la Comunidad madrileña, Andalucía y Murcia no peligraban. Sin embargo, no es del todo así.
Aunque fuentes de VOX admiten a El Confidencia Digital (ECD) que tienen poco margen de maniobra, por el momento ya han paralizado los Presupuestos andaluces.
En Murcia poco puede hacer VOX, pero sí en Andalucía y Madrid
La cosa es distinta en Murcia. La formación expulsó de sus filas a tres de sus miembros, con lo que Fernando López Miras podría contar con una mayoría suficiente para sacar adelante las Cuentas y seguir gobernando con cierta holgura.
Por tanto, la alternativa para dar un estoque al PP es derrocar al Gobierno de Díaz Ayuso, pero eso podría llevar a entregar el mando a la izquierda. Su electorado no se lo perdonaría.
Buque insignia de la resistencia a Sánchez, Madrid representa el objetivo más claro a derribar. Casado puso ahí a la presidente regional, con lo que, si deja caer a Ayuso, indirectamente golpea bajo la línea de flotación al líder popular.
De ello se encarga Rocío Monasterio, la portavoz de VOX en la Asamblea de Vallecas, quien ya ha pedido elecciones anticipadas. Además, exigen que los Presupuestos que aún se están negociando se presenten sin la firma de Ignacio Aguado (Cs), su vicepresidente.
Cabe recordar que los votos de la ultraderecha fueron necesarios para investir presidente a Díaz Ayuso y así lo subrayan. Sin ellos, ni hay Cuentas, ni hay Gobierno.
Tras lo sucedido el jueves, arrecian los ataques y exigen la ruptura del PP con la formación naranja en Madrid. “No es un socio fiable”, apuntan.
A ese redoblar de los ataques, añaden la “insostenible” situación por los delitos supuestamente cometidos por los MENA. Sostienen como solución adicional la supresión de toda subvención.
En breve veremos que la ofensiva se dirigirá, igualmente, en la insistencia en que Ayuso y Aguado no hacen “nada” para terminar con la ocupación ilegal de viviendas en Madrid.
Todo esto de las derechas-extremas, es puro teatro, siempre tirándose los trastos a la cabeza, pero al final siguen juntas porque piensan igual y lo importante para ellas es la derrocacion de este gobierno, según ellos, comunista, radical e ilegitimo. Son tal para cual.