Vox ha elegido Móstoles para arrancar su campaña electoral en la que pide el voto de los madrileños para defender “el legado de nuestros padres”.
Rocío Monasterio, candidata de la formación de extrema derecha a la Comunidad de Madrid, ha reclamado que la “España que madruga” les vote.
Les manifestó que de los que cada mañana tienen que levantar la persiana de sus negocios depende conservar el “legado de nuestros padres y el futuro de nuestros hijos”.
“Lo de estar en Móstoles no es casualidad y tiene muchísimo simbolismo. Tuvimos a esos madrileños aguerridos que se levantaron contra los franceses, que tuvieron el coraje, el empeño y las ganas de luchar y que nos defendieron a todos los españoles”, proclamó.
Para la candidata, que estaba acompañada por Santiago Abascal, su líder, en estas elecciones España decidirá “qué camino tomar”. Los votantes elegirán “entre la incertidumbre, el totalitarismo o la libertad, y esto es lo que tenéis vosotros en vuestra mano”.
Monasterio afirmó que “a España la va a sacar adelante la España que madruga. No la va a sacar Sánchez, el traidor, el que ha pactado con separatistas, bilduetarras, la izquierda radical que ha traicionado a los suyos”.
Así, agregó que el presidente del Gobierno ha engañado “vilmente” a los ciudadanos y que “no saben lo que es trabajar, pagar nóminas, ni madrugar”.
Aseguró que “por ese espíritu valiente Vox va a llegar donde quiera llegar el día 4”, incluso “al Gobierno de la nación”. “Solo con valentía, coraje, con principios, se puede hablar a los españoles. Estamos ante unas elecciones importantísimas”, enfatizó la ultraderechista.
Además, lanzó, “no nos achantamos ante las piedras ni ante los adoquines ni como otros partidos sumisos a las políticas de la izquierda”, en alusión a lo sucedido en Vallecas.
Después de repasar con su consabida demagogia varios aspectos del debate nacional, cargó contra líderes y eslóganes de los demás partidos, excepto el PP.
Con un discurso vacío de contenido y lleno de descalificaciones personales, como es habitual, zanjó su alocución implorando el voto de los mostoleños.