Después de dos años de suspensión por el coronavirus, este 7 de julio volvieron a los Sanfermines con un primer encierro que duró 2 minutos y 35 segundos.
Fueron los toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo (Cádiz) los que protagonizaron el regreso de los Sanfermines.
Fue una carrera veloz con un comportamiento noble de los astados, pero que se volvió peligrosa en la parte final.
En el acceso a la plaza de toros, numerosos mozos cayeron y provocaron una pequeña montonera. Inicialmente no hay heridos por asta pero sí seis traslados por traumatismos y contusiones.
A las 8 de la mañana, después de los tres cánticos a San Fermín, con un cielo soleado y el suelo seco, arrancaron estos esperados encierros.
Los toros tardaron unos siete segundos en salir de los corrales de Santo Domingo. Ya al principio de la cuesta se produjeron las primeras caídas de los corredores.
Así, a medida que la manada avanzaba en la cuesta de Santo Domingo, se iba estirando. Desde la parte trasera y en los costados, los mozos intentaban correr delante de los astados.
Posteriormente, los toros siguieron su camino hacia la curva de Mercaderes, donde resbaló el primer morlaco.
Esto provocó que el grupo chocara contra los tableros que cierran la curva.
Así, ya enfilando la calle Estafeta, la manada se fue estirando encabezada por otros cabestros. También fue perdiendo velocidad, gracioso lo cual los corredores pudieron buscar hueco delante de los toros.
Fue allí donde se repitieron las caídas. Asimismo, al llegar a Telefónica, un cabestro se fue a la derecha el vallado provocando situaciones de peligro.
Una vez en el callejón, un mozo cayó peligrosamente al suelo, justo o en el acceso a la plaza de toros, produciéndose el momento de mayor peligro.
No sólo se recuperan los Sanfermines, sino que también se celebrarán todas las fiestas patronales típicas de estas fechas del año.
Un síntoma de la recuperación de la normalidad, pese al aumento del número de contagios y de ingresos hospitalarios por coronavirus.