Hace un año, el Primero de Mayo hubo de celebrarse online en plena primera ola de la epidemia de coronavirus y con duras restricciones. Entonces, las reivindicaciones de la clase obrera se manifestaron de otro modo, sin aglomeraciones, con mascarillas en el mejor de los casos. Manteniendo la distancia y siendo responsables.
Hubo una segunda ola, una tercera y estamos inmersos en una cuarta, pero los sindicatos no han querido dejar pasar este Primero de Mayo. Con medidas más relajadas, aunque cumpliendo con las recomendaciones, UGT y CCOO animaron a los trabajadores a manifestarse.
Se convocaron en más de 70 ciudades de toda España para reivindicar “una agenda social y un modelo social y económico más justo”. Así, ambos sindicatos subrayaron que, después de “un año muy duro”, hay que volver a la calle.
Hay que poner en valor los servicios públicos, reconociendo especialmente a los trabajadores que han permanecido “al frente” en la epidemia. Por eso, bajo el lema ‘Ahora toca cumplir’, UGT y CCOO reclamaron la puesta en marcha urgente de la agenda social pendiente. Esa a la que se comprometió el Gobierno.
Una agenda social que urge a concluir la negociación para derogar la reforma laboral de 2012. Además, impulsar un modelo público de pensiones que, a su vez, derogue la reforma de 2013.
Asimismo, reclamaron la renovación de las políticas activas de empleo, aprobar una ley de igualdad salarial y promover un plan de choque contra la siniestralidad.
Al tiempo, reivindicaron la subida del Salario Mínimo Interprofesional ya este año, congelado en 950 euros al mes. Señalaron que “afecta a las personas más vulnerables, muchas de ellas trabajadoras de sectores esenciales”.
Un Primero de Mayo con todas las garantías sanitarias
Eso sí, ambos sindicatos hicieron hincapié en que las manifestaciones y concentraciones en este Primero de Mayo cumplieran con las medidas anti-Covid exigidas. Indicaron que se marcharía en columnas.
A su vez, destacaron, hicieron un “llamamiento expreso a la responsabilidad de todas y todos por seguir las indicaciones de las organizaciones convocantes”.
Por su lado, CSIF apuntó en su manifiesto a la “urgencia de acabar con la inaceptable tasa de temporalidad en nuestras Administraciones Públicas”. En la actualidad está cerca del 30%, casi diez puntos porcentuales por encima del sector privado.
Así, desde el sindicato de los funcionarios públicos reivindicaron “acabar con la inaceptable precariedad de las personas que trabajan en nuestros servicios públicos”. Al tiempo, reclamaron “una mayoría sindical más amplia y plural”.