También, que la Inteligencia de Marruecos participó, presuntamente, en la organización del atentado.
Según nuevas revelaciones hechas por el ex comisario José Manuel Villarejo en un escrito dirigido a la Audiencia Nacional, la inteligencia francesa estaría vinculada a los atentados del 11-M, ya que facilitó la huida de Jamal Ahmidan, alias El Chino, que cruzó España con los explosivos que se utilizaron.
“Francia conocía perfectamente las actividades de casi todos los departamentos policiales y de Inteligencia que se encargan en España de la lucha antiterrorista por la alianza y colaboración durante los últimos años, tanto en lo que respecta a ETA como al yihadismo”, reza el texto remitido al juez Manuel García-Castellón.
Asegura que el espionaje que supuestamente le encargó el BBVA también fue útil para conocer datos de los servicios secretos franceses sobre el 11-M, participando en la operación como agente encubierto. España y Francia, dice Villarejo, participaban conjuntamente en “supuestos atentados fingidos” para detener terroristas, “siguiendo el modelo de espionaje americano”. Se facilitaba a los investigados acceso a explosivos controlados para detenerlos después con ellos “y poder adelantar preventivamente” atentados reales.
Los servicios secretos franceses, asegura el ex comisario, conocían “perfectamente cómo se propiciaban supuestos atentados fingidos” en territorio español y ello les sirvió para propiciar del 11-M, de modo que los terroristas, entre los que había delincuentes comunes, fueron ayudados por profesionales para eludir a la Guardia Civil.
Además, según Villarejo, Jacques Chirac, primer ministro de Francia en 2003, se reunió en “numerosos encuentros privados” con Mohamed VI, rey de Marruecos. De ahí su afirmación de que los servicios secretos marroquíes participaron, supuestamente, en la organización del atentado que segó la vida a 190 personas en Madrid en 2004, 191 si tenemos en cuenta al bebé nacido casi dos meses después y que falleció a consecuencia de las heridas sufridas por su madre.