Considerado uno de los fugitivos más buscado de Estados Unidos, ‘El Pollo’ Carvajal trató de evitar su extradición ocultándose en España. Sin embargo, este jueves lo detuvo la Unidad de Intervención Policial (UIP) en Madrid.
Hugo Armando Carvajal Barrios, exgeneral de los servicios secretos conocido como ‘El Pollo’ Carvajal, llevaba prófugo de la Justicia estadounidense dos años.
Se mudaba cada tres meses, recurría a la cirugía estética y se disfrazaba para lograr ocultarse hasta que en la noche del jueves se produjo su detención.
De hecho, trató de resistirse con un cuchillo afilado. Se escondió en la última de las habitaciones de la casa en el momento en que entró la Policía.
Sin embargo, los agentes de la UIP lo neutralizaron y esposaron. Además constataron que “consortes” hacían compras y recados por él. El propio detenido confesó que sólo salía a la terraza, en horario nocturno y disfrazado.
La Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) lo reclamaba por un “delito de tráfico de drogas de alto nivel”, ha publicado en Twitter la Policía Nacional. Además, “tenía en vigor una reclamación judicial de la Audiencia Nacional”, añade.
La captura de ‘El Pollo’ Carvajal era una prioridad
Así, la investigación dio comienzo en 2019. Su localización y detención era una de las prioridades de los especialistas en localización de fugitivos.
Las pesquisas se complicaban porque el fugitivo venezolano recurrió a varias operaciones de cirugía estética para cambiar su apariencia. También usaba todo tipo de elementos de disfraz que contribuían a su ocultación. A eso hay que añadir que iba consiguiendo pasaportes falsos.
Las investigaciones concluyeron que no tenía propiedades, ni vehículo alguno ni línea telefónica en territorio español. Por tanto, habría estado utilizando a consortes de completa confianza para realizar sus gestiones.
Así las cosas, gracias al intercambio de información y a años de trabajo, se llegó a la conclusión de que podría ocultarse en España. En concreto, en una urbanización de Madrid.
En consecuencia, y una vez localizada la vivienda, se procedió a montar un operativo de vigilancia y seguimiento. Constatada su presencia, se pidió al Juzgado de Guardia la correspondiente autorización para entrar en la casa.