“Variaciones climáticas III”, por César García Cimadevilla.

César García Cimadevilla caricaturizado.

Vale, vale. Admito que algo hemos hecho. ¿Pero tanto como para que un millar de incendios estén achicharrando nuestros traseros por toda la geografía nacional? Creo que no. Más bien diría que estoy convencido de que no. Pero no es esto lo que más me preocupa –al fin y al cabo tenemos el mejor parque de bomberos del mundo, medio millón de profesionales perfectamente cualificados y otro medio millón de voluntarios- sino los desórdenes que se esperan con la prohibición de los coches particulares. La gente está decidiendo que no le da la real gana hacerse un maratón de ida y otro de vuelta para trabajar (el aumento del transporte público es de todo punto insuficiente hasta el momento). Se están quedando en sus casas y el aburrimiento en una masa tan grande de desocupados va a ser un grave problema en los próximos meses. Ya lo creo que va a ser un grave problema. Ni la televisión por cable ni por satélite ventana a ventana, ni fútbol, ni nada. En cuanto empiecen a pasar hambre el aburrimiento, que es mal consejero, les llevará al vandalismo, al asalto de supermercados y tiendas de todo tipo y no vamos a tener fuerzas de seguridad suficientes para contener esa avalancha. ¿No es así señor Subsecretario de Seguridad Ciudadana?

-Señor Subsecretario de Seguridad Ciudadana (es el de bocata de tortilla con mucha cebolla y chorizo. Así me lo pidió o me lo tiraría a la cara).

Así es, querido amigo. Cuando la masa pierde el norte se hace imprevisible controlar sus movimientos. Ni siquiera con la ayuda del ejército.

-¿Cree usted que el gobierno pondrá al ejército en esto?

-No hemos llegado aún al momento crítico.

-¿Y a qué esperan?- es la novia desplantada por su novio la que ha conseguido zafarse de la llave- No hay suficiente trasporte público para que todo el mundo pueda ir a trabajar y no es fácil que lo haya en mucho tiempo. Los incendios están haciendo de este país una caldera de Pedro Botero. El cáncer de piel está a la orden del día. La gente quiere saber si la capa de ozono se ha ido definitivamente a la mierda y tenemos que salir de casa vestidos como buzos o aún estamos protegidos en algunos sitios y en qué sitios, si es así. La gente quiere saber si este invierno se nos van a congelar las meninges o podremos irnos a las playas con la tortilla de patata. Si podemos tener hijos o más vale que lo dejemos para otra reencarnación, suponiendo que sea en un planeta que no se llame Tierra. Si podemos hipotecarnos hasta las cejas y dejar a los bancos con el culo al aire- porque nunca nos cobrarán- o debemos actuar como siempre, controlando para llegar a fin de mes. La gente quiere saber y tiene derecho a saber. ¿Estamos iniciando el Apocalipsis o podremos seguir de juerga hasta que se nos empiece a chamuscar el trasero?

-Director del CNPC, dirigiéndose al director de climatología:

-Oiga usted, amigo. A ver si controla a su novia, que parece un ciclón.

Director del CNM: Esto tiene sus ventajas. Usted ya me entiende.

-¿Quiere decir que un ciclón en la cama tiene su encanto?

Novia sulfurada hasta echar chispas.

-¡Malditos machistas de mierda! Hablan de mí como si yo no estuviera presente. Serán c…piiii. Me voy. Y tú, ya sabes que mañana quiero una excelsa comida en el… y te quiero allí a las 14 horas en punto o ya puedes buscar quien te replante en un bosque, porque es la única compañía que vas a tener.

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