Vacunación: los primeros días, Asturias vacunó el 80% y Madrid sólo el 6%

Vacunación: los primeros días, Asturias vacunó el 80% y Madrid sólo el 6%

El 27 de diciembre comenzó la campaña de vacunación contra la Covid-19 en España con una distribución equitativa de las vacunas a las Comunidades Autónomas. Sin embargo, no todas las regiones las administraron con igual equidad.

De hecho, en Asturias se puso el 80% de las dosis recibidas. En Galicia, el 51%; Andalucía, un 37%; la Comunidad Valenciana, un 16%; y Madrid, sólo un 6%.

El problema de esa desigualdad no está en la falta de vacunas, sino en la falta de personal sanitario para administrarlas. ““La clave está en los equipos de enfermería. No se pueden improvisar”, afirma Fernando Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica.

“No hay duda de que algunas comunidades se han preparado mucho mejor. Han estado ágiles en formar equipos y ser operativas, aprovechando la experiencia anterior de la gripe, apunta.

En Galicia, un equipo de 200 enfermeras ha empleado todo su tiempo a la vacunación de la ciudadanía. Por tanto, no es de extrañar que sólo en Ourense se haya vacunado a más población que en toda Madrid, indica Álvaro Carrera, presidente de la Asociación Galega de Enfermería Familiar e Comunitaria.

Más criticable es la gestión, por ejemplo, en Cataluña, donde se ha querido formar a 500 voluntarios de 6.000 que se presentaron. En cambio, no les eximieron de su trabajo habitual. El resultado es que se empezó la vacunación con 200 voluntarios.

Esto es poco más que los 150 de Canarias, pero siendo una región con un tercio de población de la catalana. “No es lo mismo estar ocho horas poniendo vacunas, que estar ocho horas haciendo otra cosa, y, luego, ponerte a vacunar”, explica Martínez.

Se ha organizado mal la vacunación en algunas regiones

La raíz del problema está en la especialización. Para el personal de enfermería, poner una vacuna es una tarea sencilla porque es especialista en ello. No lo es, en cambio, para un profano en la materia.

La experiencia con las vacunas de la gripe ha facilitado mucho la labor porque, aunque la preparación es distinta, su administración no lo es tanto. “Con equipos ya formados, como los que se dedican a vacunar de la gripe, esta formación es rápida”, apunta Martínez.

No obstante, la preparación del producto tiene su cierta complejidad. Por ejemplo, al no ser monodosis, hay que calcular la cantidad concreta para cada persona y así no desperdiciar producto. Otro aspecto, es la descongelación, un procedimiento largo, aunque cuando se llega a las residencias, ya se ha hecho.

Un problema adicional es el consentimiento. Normalmente, basta con que sea verbal. En cambio, algunos residentes de centro de mayores piden que se consulte con los familiares, con lo cual el proceso se retrasa.

Al final, todo se reduce a que ha habido falta de organización y gestión por parte de algunas de las Comunidades. Por ello, los especialistas piden que se prioricen los recursos humanos para acometer la campaña de vacunación.

Eso pasa por contar con suficiente personal de enfermería, atención primaria y refuerzos. No faltan enfermeros y enfermeras, lo que falta es una adecuada gestión de la logística y un refuerzo suficiente, además de una adecuada remuneración.

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