En España, varios equipos de investigadores buscan una vacuna española contra el coronavirus. Una de ellas va a dar un paso definitivo. Se trata de la que dirigen los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza en la investigación desarrollada en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según revela Confidencial Digital, ya se ha probado en ratones y hámsteres, obteniendo muy buenos resultados. Esta futura vacuna española está terminando la fase preclínica mediante la inyección de la dosis en macacos.
En una semana, como máximo en dos, este proyecto estará listo para que se envíe a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. El propósito es que se autorice el inicio de los ensayos en humanos.
Así, una vez autorizado el compuesto empezará a probarse en un grupo de cien voluntarios. Se persigue determinar la seguridad y los efectos biológicos.
La segunda de las tres fases consiste en averiguar la inmunidad que proporciona. En esta etapa, que contará con entre 200 y 500 voluntarios, se busca cuál es la dosis más adecuada y el tiempo preciso entre una primera y una segunda administración.
Por último, en la tercera fase se verificarán otra vez la seguridad y eficacia, para lo cual se probará en cerca de mil voluntarios.
Hay que reseñar que la fase clínica dura varios meses. Por ello, los investigadores estiman que, si se confirma su viabilidad y la ausencia efectos secundarios, esta vacuna española podría estar lista para distribuirse a finales de este año.
La primera vacuna española tiene nombre
El nombre de este compuesto es MVA-CoV-2-S. Utiliza como vehículo para transportar la proteína del coronavirus que estimulará al sistema inmunitario el virus ‘vaccinia modificado de Ankara’ (MVA).
Antes, se ha modificado para incorporarle la proteína del coronavirus. Ésta es la ‘llave’ que permite al virus entrar en las células humanas. Una vez dentro, enseña a la defensa inmunitaria a reconocer al coronavirus real y a eliminarlo.
Entre las ventajas de esta vacuna española es que se puede inyectar en cualquier lugar y a cualquier temperatura. Por ello, puede llegar a todo el mundo. También se está trabajando para combatir las nuevas variantes y las que puedan surgir en el futuro.
En paralelo, se desarrollan otros dos proyectos. Uno es el de Luis Enjuanes, Isabel Sola y Sonia Zúñiga (Centro Nacional de Biotecnología-CSIC). Los investigadores trabajan con una copia del SARS-CoV-2 no transmisible de célula a célula.
En este caso, el virus sintético cuenta con las mismas proteínas que el virus real, de modo que la respuesta inmunitaria sería muy potente. Una característica particular es que se aplica mediante spray. Podría entrar en fase clínica a finales de año.
Por último, Vicente Larraga, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), dirige un tercer proyecto. Su investigación se basa en situar un gen de un antígeno del virus en un vehículo de ADN para introducirse en un paciente. Inducirá la protección. Podría entrar en fase clínica en torno a la primavera.