Parece que nos acercamos al momento de comenzar la nueva normalidad y algunos se empeñan en continuar con la misma actitud de siempre. Estas semanas de confinamiento para la mayoría, parece que no han servido para nada a quienes se empeñan en imponer su razón a los demás de forma obstinada y tozuda. Millones de españoles estamos demostrando responsabilidad hacia los demás y tratando de aceptar que el mundo ha cambiado, empezando por los más pequeños y por los más mayores. Pero hay que recordar que quienes más están notando este cambio, son quienes han perdido su empleo o quienes no lo tenían y ahora lo tendrán mucho más difícil.
Están siendo cientos de miles, las personas que directa o indirectamente, están viendo como su futuro depende del acierto del Gobierno de España y de los gobiernos de sus comunidades autónomas. Estoy seguro que todos los gobiernos tienen el deseo de acertar en sus decisiones y colgarse una medalla. Pero también estoy seguro, que algunos gobernantes no están capacitados para tomar las decisiones necesarias para salir de esta situación sin dejar a nadie detrás.
Por poner un ejemplo, vemos como a la precariedad del empleo en el sector sanitario no se le pone remedio en algunas comunidades, las cuales tienen la competencia y siempre la han tenido, aunque culpasen al Gobierno de España de la falta de material de protección para sus sanitarios durante semanas. Recordaremos siempre al Consejero de Sanidad de Andalucía y sus declaraciones sobre lo bien protegidos que estaban los sanitarios andaluces y la realidad sobre lo que está pasando.
Pero hay que recordar que la economía de España tiene una de sus fortalezas en el turismo y los servicios, servicios privados como la hostelería. Para sostener el modelo social de España y los servicios públicos que ahora algunos reconocen tan necesarios desde sus balcones a las 8 de la tarde, hace falta que el Estado y las comunidades autónomas tengan ingresos y los ingresos púbicos se generan con la actividad económica, como la hostelería y esto nos lleva a tener que buscar un equilibrio entre la seguridad sanitaria y la actividad de sectores estratégicos para España.
Desde mi confinamiento, consciente de la realidad de miles de españoles y españolas que como yo, no saben si volverán a trabajar algún día, solamente espero que quienes tienen la responsabilidad de gobernar, acierten en sus decisiones y que además de recordar a quien han fallecido, también piensen en los padres y madres que tienen que seguir dando de comer a sus hijos y en los empresarios y autónomos que están esperando o trabajando ya, para levantar de nuevo nuestro país.