Los hechos se remontan al pasado mes de junio de 2019 en Ceuta. Un Guardia Civil se suicida con un tiro en la cabeza. Pero, antes de suicidarse, disparó hasta en cuatro ocasiones contra su mujer produciéndole dos heridas de bala en cada muslo.
Tanto la Delegación del Gobierno en en la Ciudad Autónoma como las fuentes policiales, tras la investigación de los hechos, determinaron que se trataba de un caso de Violencia de Género, activando de este modo el protocolo recogido en la legislación vigente. De la noticia se hicieron eco numerosos medios de comunicación tanto locales como nacionales, considerándolo, claramente, Violencia de Género.
Por su parte, la plataforma feminista de Ceuta condenó el suceso, considerado como Violencia de Género por la Delegación del Gobierno, y leyó un manifiesto en el que, en ningún momento, se nombraba al presunto agresor, puesto que este tipo de manifiestos, por desgracia numerosos en estos tiempos, han de ser leídos en demasiadas ocasiones y no se personaliza acerca de quien cometió presuntamente los hechos delictivos.
También la asociación Búscome, de la que es presidenta Sandra López Cantero –en la fotografía-, activista en pro de la igualdad y los derechos humanos, lamentó la situación. Por su parte, López Cantero elaboró un artículo de opinión a título personal, que ha sido donde la extrema derecha ha puesto el foco.
Hace unos días, la jueza del caso, de modo sorpresivo, en contra de lo determinado por la Delegación del Gobierno, decide que el caso no es Violencia de Género, sino que se trata de un cúmulo de coincidencias que han hecho malinterpretar los hechos, con el argumento de que las balas que impactaron contra los muslos de la mujer no iban dirigidos a ella, sino que fueron como consecuencia de que rebotasen los disparos que el Guardia Civil dirigió a su cabeza y que, por azar, esas balas fueron a impactar contra las piernas de la víctima, por lo que procede al archivo de las diligencias.
A su vez, una abogada de Vox ha informado de la presentación de una querella contra la asociación Búscome, contra la plataforma feminista y contra la persona de Sandra López Cantero, como si de una caza de brujas se tratase. Personificando, de este modo, la intención de acoso y derribo, contra una mujer que únicamente ha trabajado a favor de la sociedad y en defensa de los derechos humanos y los derechos de la mujer, un acoso con el fin de atacar la vida personal y profesional de Sandra, utilizando como arma, cobardemente, las redes sociales.
En la ciudad autónoma de Ceuta, cada día es más complicado el trabajo de las entidades sociales que luchan por la igualdad y la diversidad. El objetivo de la ultraderecha de Vox es silenciar las voces feministas.