Turquía responde atacando objetivos militares sirios

Turquía responde atacando objetivos militares sirios

Bombardeos contra objetivos militares del Ejército de Siria por parte del Ejército de Turquía en la madrugada del viernes. Ha sido la respuesta por la muerte de 33 militares de Turquía en un ataque perpetrado en Damasco, en la provincia de Idlib.

Los objetivos militares atacados están situados en las provincias de Alepo, Hama y Latakia, ha trasladado el diario turco Daily Sabah.

Otros objetivos sirios en Idlib han sido atacados también por el Ejército de Turquía con fuego de artillería. Por su parte, el Ejército sirio no ha facilitado ningún tipo de información al respecto, ni si esos ataques han producido bajas.

Fahretín Altun, director de Comunicación de la Presidencia turca, ha señalado que “la sangre de los soldados héroes no será en vano”, añadiendo que las operaciones del Ejército en Siria “continuarán hasta romper las manos extendidas hacia nuestra bandera”.

“Se ha decidido dar respuesta al régimen ilegítimo que ha ordenado el ataque contra nuestros soldados”, ha trasladado, a la vez que ha instado a las partes del proceso de Astaná que “cumplan sus responsabilidades”.

El director de Comunicación de la Presidencia turca también ha pedido que “no se sea un mero observador en Idlib”, refiriéndose, más tarde, a “lo ocurrido en el pasado en Ruanda y Bosnia y Herzegovina”, tal y como ha informado Anatolia, agencia estatal de noticias turca.

Omer Celik, portavoz del gubernamental Partido Justicia y Democracia (AKP), ha apuntado también que Turquía reconoce “a todos los elementos del régimen de (el presidente sirio, Bashar) Al Assad” como “objetivos hostiles”, señala Daily Sabah.

En el mismo sentido, Devlet Bahceli, líder del Partido de Acción Nacionalista de Turquía (MHP), ha indicado que “las operaciones terrestres y aéreas deben ejecutarse inmediatamente en Idlib”, mostrando su apoyo hacia el Ejecutivo.

La agencia estatal de noticias de Turquía ha informado que “el MHP estará al lado del Gobierno, independientemente del precio de cualquier decisión política o militar que tome”.

Los ataques de Turquía contra objetivos militares sirios se perpetraron tras que Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, después de la muerte de los militares por un ataque de las Fuerzas Armadas de Siria, realizase la convocatoria de una reunión urgente de seguridad.

Según indicaron fuentes de seguridad contactadas por Daily Sabah, todos los ministros junto con Hakan Fidan, jefe de los servicios de Inteligencia, estuvieron en la reunión que duró seis horas, celebrándose en el Palacio Presidencial.

Hulusi Akar, ministro de Defensa turco, una vez finalizada la reunión, se trasladó al centro táctico de la frontera con Siria, con el general Umit Dundar, comandante de las Fuerzas Terrestres, y el general Hasan Kucukakyuz, comandante de las Fuerzas Aéreas, con el fin de “gestionar las operaciones” contra los objetivos militares de Siria en Idlib.

En un principio, Rahmi Dogan, gobernador de Hatay, confirmó el fallecimiento de nueve militares por un ataque perpetrado por Siria. Pero esa cifra, finalmente, ha ascendido a 33. Por otra parte, la cifra de militares heridos se sitúa en 36. Dogan declaró a Anatolia: “Hay heridos en estado crítico (por el ataque) y están siendo atendidos en el hospital”.

Tras los ataques de los rebeldes sobre los objetivos militares que trataban tomar el control estratégico de Saraqeb, Erdogan informó a lo largo de la jornada que los sucesos en Idlib “van ahora a favor”.

Según ha detallado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el Ejército sirio contraatacó con ayuda de Rusia para recuperar Saraqeb.

La agencia estatal de noticias siria, SANA, ha trasladado de fuentes militares de Siria acusan a “terroristas con apoyo directo turco” de atacar a aviones sirios y rusos en esa zona.

En cambio, Anatolia niega que se abriera fuego por parte de Turquía contra aviones rusos, a la vez que han resaltado la importancia de respetar el acuerdo logrado en Sochi en 2018. En este acuerdo se recoge que los gobiernos de Rusia y Turquía procederían a crear una zona desmilitarizada en Idlib, con el objetivo de evitar una ofensiva en la provincia.

En la misma línea, el proceso de paz de Astaná firmado en 2017 para acabar con la guerra en Siria firmado por Turquía, Rusia e Irán. En paralelo está en vigor el impulsado por Naciones Unidas.

Varios grupos armados dominan la provincia de Idlib y zonas de las de Alepo y Hama, principalmente es el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS). Por su parte, Siria defiende que su ofensiva busca acabar con el terrorismo en su país.

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